23 de marzo de 2011

Be human | Retales hollywoodienses


Tras unos días de "retiro espiritual" que decía Alex, he regresado. En principio mi entrada iba a versar sobre otro tema, pero era demasiado extenso y necesito más tiempo para terminarla. Así que por el momento, vamos con el Be human de los Fightstar.

Para los que no conozcáis a Fightstar, os aclaro que se trata de un grupo inglés etiquetados de rock alternativo (etiqueta versátil y de uso indiscriminado) liderados por el carismático Charlie Simpson (ex-ídolo quinceañero, gracias a Dios, de los fugaces Busted) y Alex Westaway.
Practican un post-hardcore muy influenciado por el sonido emo (el auténtico, no esas mierdas depresivas y travestidas), bandas sonoras cinematográficas (como se puede apreciar en este Be human) y grupos como Deftones, The Cure o Radiohead, aunque no descuidan los clásicos más duros, pues han versionado a  Metallica, Judas Priest Iron Maiden (de estos dos últimos, los archiconocido Fear of the dark y Breaking the law, muy acertadamente).
En cuanto a otras influencias, la serie anime Neon Genesis Evangelion, el escritor Chuck Palahniuk o el cine de los hermanos Cohen, han inspirado muchas canciones de la banda.

Omar Abidi, Charlie Simpson, Dan Haigh y Alex Westaway. ¿Soy el único que le encuentra parecido a Westaway con Thom Yorke?

Be human es el último trabajo de los londinenses. Tras el éxito de sus anteriores referencias discográficas (Grand unification One day son, this will all be yours) Fightstar decidió dar una vuelta de tuerca a sus composiciones añadiendo una soberbia orquestación.

Para ello contaron con la ayuda de la celista Audrey Riley y grabaron en los Air Studios (responsables de la magníficas bandas sonoras de Piratas del Caribe Batman begins). El resultado es una colección de canciones en la que cada una parece contar una pequeña historia, evocando imágenes y emociones, como si de una Pulp fiction musical (sin tener absolutamente nada que ver) se tratase.

El disco comienza con Calling all stations. El cuarteto de cuerda nos mece suavemente hasta este tema algo sosillo para mi gusto, musicalmente hablando, pero que nos anticipa un poco la tónica del disco. El mensaje de una radio clandestina, denunciando la manipulación que los medios de comunicación hacen de las noticias y la realidad me hace recordar a la figura que hablaba al micrófono en la penumbra y llamaba a las bandas en The warriors.

The English way fue el primer single. La canción tiene un ritmo muy marcado (Dan Haigh rasga el bajo que da gusto), con cierto sabor elegante y una nostalgia impregnada que no deja de reflejar ese carácter inglés, gris y taciturno.

Y llega el temazo. War machine es épico en su totalidad. Omar Abidi cabalga el doble bombo pausadamente, pero confiriendo al tema solidez y emoción. Los gritos desgarrados de Simpson antes del estribillo, la fuerza de este, los violines revoloteando y el coro de voces que se alza casi al final... como ya he dicho, jodidamente épico. En cuanto a la letra, os podéis imaginar por el título de que va la cosa.Una crítica a los poderosos, que controlan a los que menos tienen y en muchos casos los obliga a prostituir sus almas para sobrevivir.

Never change es un tema buenrollero a más no poder. Es agradable recordar las locuras y las épocas en las que uno era más joven (y eso que yo tengo poca vida para recordar) y sonreír al darte cuenta de que, de una manera u otra, no cambiamos.

Colours bleed to red es probablemente mi tema favorito del disco. También es de los pocos en los que la orquestación es prácticamente nula. Aún así tiene gancho. Potente, directo, ágil y con un final brutal. Un grito desesperado de odio la raza humana y a lo que le estamos haciendo al mundo.

Sobre una chica (o un colega, no me queda muy claro) habla Whisperer. Esa persona que te muestra el lado bueno de la vida, que con una sonrisa consigue que todo lo malo que te sucede parezca menos malo. Una armónica con sabor a clásico nos abre las puertas a un tema optimista y desenfadado. Esta me gusta bastante también, para que negarlo.

Mercury summer otro single, y la canción que menos me atrae de todas. Después de que su pareja lo deje, el protagonista de esta canción recuerda sus buenos momentos juntos y asegura que esperara para volver a estar con ella. Bonita, sin más.

Con una atmósfera melódica y tenue, Give me the sky nos cuenta una historia de amor universal. El sentimiento de estar dando más de lo que recibes, que mientras tú te entregas, la otra persona simplemente está ahí.

Chemical blood es simplemente bestial. Cruda y ácida, con cuerdas chirriantes. El hombre, la ciencia y su afán por evolucionar hasta límites más allá de la necesidad, guiados por la simple banalidad de convertirse en inmortales.

Tonight we burn me recuerda en cierta manera a los U2 discotequeros de los que habló Alex en el Achtung baby. Tema marchoso sobre noches en vela con la gente que quieres, de esas de llegar a casa al alba con los pies destrozados y una sonrisa en la cara. Westaway y Simpson dulcifican sus voces para acompasarse al ritmo ágil y divertido. Para bailar, si te sale de las gónadas.

Damocles es la puta locura. Cualquiera diría que son Slipknot los que tocan... Hasta que llega el estribillo, claro está. De nuevo una crítica, ahora con bilis y mala ostia a raudales, a los poderosos, avisándoles de lo que sucederá cuando reciban su merecido. Tema agresivo y genial.

Y por último, Follow me into the darkness, perfecto final para este disco. Aunque comienza algo floja, con una guitarrita acústica y la voz de Simpson más melosa que nunca, se intercalan en este tema pasajes electrónicos y un desenlace digno de la mejor de las superproducciones de Hollywood. Un piano emotivo, misterioso que va adquiriendo cada vez más fuerza hasta que los pelos de la nuca se te erizan y sientes como esa oscuridad de la que habla y a la que quiere que le acompañes, te rodea. Una canción que te deja con ganas de más.

Pero por desgracia, el disco se acaba.

Poco más que decir. El disco tiene una edición especial con cuatro temas más: A city on fire, Mvua Nyusi, It's blood is black 28k Resolution . Destacaré la primera por su riff funky a lo Rage Against the Machine y la segunda por transmitir una fuerza y un sentimiento descomunales.

Os invito a echarle una oreja al disco, y si os mola, a otros buenos temas de estos chicos, como Floods, We apologise for nothing o Dethcar, así como algunos de sus artworks, realizados por Daniel Conway (http://arcipello.deviantart.com/) que no tienen desperdicio (¡ya os avisamos que no todo iba a ser música!)

Iba a decir que siento la tardanza en publicar, pero ya he visto que Alex tiene esto bien cuidado y os regala discazos (y en esta última un trocito de su corazón), así que tampoco creo que me echéis de menos.

Me voy, que tengo unos garbanzos en remojo.

Que os den. Paz

PD: siento ser tan concienzudo y pesado con los datos relativamente triviales, pero soy muy friki y estas cosas me chiflan. Además, dad gracias porque iba a poner vídeos de todas las canciones, pero tampoco me apetecía llenar la entrada de enlaces a YouTube. Así que simplemente lo he hecho con las que creo son más interesantes. Ya me contaréis. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pek3 dijo...

Habrá que indagar mas en este grupo que de lo poco que he escuchado me gusta bastante y tienen buena pinta, buen trabajo nene

Unknown dijo...

Pues yo lo siento, querido compañero de fatigas bloggeras, pero no me gustan nada, he estado oyendo el disco un rato y no me ha triunfado nada, le veo más ecos de rock alternativo que de post hardcore la verdad. Eso sí, War Machine es un temazo como la copa de un pino. Me ha gustado tu reseña, clara y concisa, todo lo contrario de lo que escribo yo. En fin, a ver cuando metes algo de Eskorbuto... si metes algo de Eskorbuto yo meto algo de Piperrak y le pasamos el blog a ya sabes quien. Muack

Unknown dijo...

No los había escuchado nunca. Me pondré a ello a ver como suenan.
Un saludo.