Le temàzo VIII: Reincidentes - Egoísmo

Durante esa época tonta y totalmente superflua de la vida que es la adolescencia, a mis colegas y a mí nos dio un día por ponernos con el punk rock patrio como si no hubiera mañana. De aquellos días poco queda y es que, cuando uno ya no se traga tan fácilmente tanta propaganda revolucionaria de perroflauta cabreado, la gran mayoría de estos grupos dejan de tener sentido. Otros, sin embargo, por una u otra razón (probablemente más musical que por una consonancia en forma y fondo con las consignas propuestas) algunos nunca se marchan.

Reincidentes son, en mi caso, una de esas bandas. Siempre me han parecido un grupo maduro y con las ideas muy claras. Sus letras, más allá de del típico tópico de la revolución y el dedo en la llaga, exudan un aura de sensatez y esa elegancia que poseen los que de verdad han sufrido las inclemencias de la sociedad y aún así no han perdido la cabeza.

Egoísmo, del álbum El comercio del dolor, es uno de mis temas favoritos de los sevillanos. Un corte que se sustenta sobre una guitarra acústica sencillamente imparable y que ahuyenta a mamporrazos uno de los peores pecados de la conciencia humana. Una canción que más de uno (y más de dos) debería recordar cada noche antes de acostarse.