16 de mayo de 2013

Por amor a la música: Slash - R&FN'R

Como se dice por los bajos fondos forococheros, pillo sitio. No sé si soy el único al que le ha venido a la cabeza este disco cuando Pupilo Dilatado ha propuesto que The Stooges sean esta semana la clave para nuestros discos con ilustres invitados en el juego Por amor a la música, pero yo por si acaso no me la juego.

Vale. Ya sé que el disco no se llama R&FN'R (aunque lo ponga en la portada). Pero quedaba muy cutre poner Slash dos veces. Odio los grupos que le ponen a sus trabajos su mismo nombre (a excepción de los que añaden un número, esos son ordenados y los respeto). A Slash no puedo odiarlo porque es Slash, pero Saúl, que quede claro que no te paso otra. Avisado estás.

Tras la salida en 2008 del Chinese democracy de Guns N' Roses a.k.a Axl Rose & Sus Hamijos el mundo del rock contenía el aliento ante la inminente réplica que el guitarrista californiano iba a dar al trabajo que su antiguo rival y compañero de banda se había sacado del sombrero. Slash, que aunque en los últimos años se ha mostrado muy cordial con Rose (y viceversa) no podía perder en la batalla del yolatengomásgrande y por eso tiró de agenda telefónica para crear esta maravilla (perdonadme el fanatismo) con aires de reunión de antiguos alumnos.

- Iggy, mira disimuladamente... A esa se le ve to' el papo.
Los más conspiranoicos quisimos ver en este álbum una placa de Petri en la que se experimentaba con los posibles sustitutos del inimitable Scott Weiland en Velvet Revolver aunque a día de hoy y tras casi seis años de silencio, todo parece apuntar a que la banda murió con aquel Libertad.

La banda principal está compuesta por, además del propio Slash, el bajista Chris Chaney, el batería Josh Freese y el percusionista Lenny Castro. La retahíla de nombres que podemos encontrar en las colaboraciones es lo suficientemente extensa como para que sea interesante analizarlas corte a corte y la variedad de las mismas construye un disco que, aunque en su esencia más pura no deja de ser hard rock, flirtea con casi toda la colorida paleta del rock y el pop convencional y algún que otro color más extraño.

Arranque inmejorable con la potente Ghost con ese riff intenso y la profunda voz del gran Ian Atsbury llenándolo todo y dónde también contribuye con algún que otro guitarrazo Izzy Stradlin. Le sigue Crucify the dead, oscura y enérgica, con un Ozzy Osbourne pletórico y un estribillo cargado de fuerza que machaca los tiempos sin compasión.


Comenté hace algún tiempo que Fergie, la rubia de los Black Eyed Peas, tiene talento para esto del rock. Sólo hace falta alejarla de los demenciales efectos electrónicos de will.i.am y ponerla a tono con algo como este Beautiful dangerous, con esa sensualidad animal irresistible para saber que la muchacha podría ser digna heredera de las féminas más duras de este mundillo.


Back from Cali es la primera colaboración de Myles Kennedy (que más tarde se encargaría de las tareas vocales durante la gira del álbum). Hard rock pesado y bluesero. Nada del otro mundo. Y es que cuando después viene Chris Cornell dejándose los testículos en Promise, las comparaciones son odiosas. Tema agridulce y preciosista, con esa belleza que desprenden los gritos desgarrados y una guitarra que parece llorar desconsolada.


Andrew Stockedale (que por si no lo sabéis, se ha cargado Wolfmother de la noche a la mañana) presta su voz a este By the sword, un himno guitarrero algo excesivo para mi gusto pero que clava sus garras en tu memoria. La cosa se podría volverse un poco popera con la aparición de Adam Levine, pero Gotten es la versión rockera de aquellas agrias baladas que me conquistaron cuando Maroon 5 se hicieron conocidos. Pero vamos a dejarnos de moñadas porque el tito Lemmy ha venido para hacernos menear las melenas al viento con la gamberra Doctor Alibi. Hard rock peligroso y acelerado bañado en voz etílica. Para desfasar sin contemplaciones.


Vaya dos monstruos se fueron a juntar en Watch this. Son nada más y nada menos que Dave Grohl y Duff McKagan los acompañantes de Slash en este tema instrumental metalero y virtuoso en el que un precioso pasaje más relajado se abraza a una distorsión que lo fagocita todo creando un inquebrantable muro sónico difícil de esquivar.


Los coros gospel le confieren a I hold on ese aura espiritual que Kid Rock sabe imprimir a todo lo que toca. Bonita y resultona, sin lugar a dudas. Nada que ver con Nothing to say, que es un trallazo de rock contundente y metálico en el que lo único que chirría (no literalmente) es la voz de M. Shadows. No tengo nada en contra del vocalista de Avenged Sevenfold, pero su desafeinada interpretación mira avergonzada a la versión de Nick Oliveri, Chains and shackles, que aparece como bonus track. La rabia y la actitud de este último (amén de los arreglos elegidos) la convierten en uno de mis temas favoritos.


Segunda aparición de Kennedy en el disco. Starlight es un ejercicio preciosista, un duelo entre Slash y la voz de Alter Bridge. Un tema que crece con el ritmo perfecto desde un blues rock reposado y que estalla en un estribillo brillante, como una lluvia de luz. Sublime, para que decir más.


Todo un descubrimiento Rocco DeLuca. Saint is a sinner too es una preciosa balada árida y épica que evoca largas travesías bajo el sol del desierto con una guitarra. La guitarra española de Slash dibuja filigranas en el aire mientras DeLuca se desangra en los redobles. Banda sonora de héroes anónimos.


Y todo esto venía por... ¡Ah sí! Porque Iggy Pop es el invitado en We're all gonna die y su sola presencia lo transforma todo. Rock de mover las caderas sin ningún tipo de vergüenza como si estuviéramos en el escenario refrotándonos con ese señor sexagenario que tiene más abdominales de los que tendré yo nunca. Genial fin de fiesta.


En sus múltiples ediciones, el álbum venía acompañado por varios temas extra. Además del antes mencionado Chains and shackles, podemos encontrar Sahara, colaboración con el cantante japonés Kõshi Inaba (mitad de B'z), otra dosis de blues rock amargo y desesperado con la rasgada voz Beth Hart en Mother Maria; Baby can't drive un tema a medias con el maestro Alice Cooper y en la que participan Flea, Steven Adler y, una de cal y otra de arena, Nicole Scherzinger ("líder" de las Pussycat Dolls y novia de Lewis Hamilton), que no lo hace nada mala para ser sinceros; y una versión olvidable del mítico Paradise city junto a Cypress Hill y Fergie (muy olvidable, en serio, de hecho si podéis ahorraros la escucha mejor).


Pues esto es todo. La verdad es que tengo debilidad por este tipo de trabajos en el que los músicos tratan de variar al máximos sus sonidos para adaptarse a los invitados y los invitados, a su vez, sacan su vena más rockera (los que no están acostumbrados, claro) para acercarse a la música. Cuanto se puede aprender de Slash y compañía.

4 comentarios:

PUPILO DILATADO dijo...

Sorry, my friend!! pero este disco no me gustó nada, fue mi 'peor disco de 2010'!!!. Parece mentira que un disco que se hace titular "Slash" sea de todo -de todo!!- menos de Slash, ya que aquí tan sólo lo veo en los 'solos'(que los toca muy bien, hay que reconocerlo).

Lo veo como un 'puedo tocar todo lo que se me ponga por delante con mis colegas' y poco más.

El 'pastiche' de estilos no me gustó nada y eso que hay cosas muy chulas como "Ghost" (brutal!), "Beautiful Dangerous" (por sorprendente), "By the Sword" y el sucio y cachondón tema de Iggy; y algún tema salvable como los de los grandes invitados Lemmy, Cornell, Ozzy y Cooper.

Odio, sin embargo, el tema instrumental, por mucho que Grohl y Duff estén metidos en el cotarro, "Paradise City" me parece una soberana cagada y "Sahara", joder, "Sahara" es el "Madagascar" del disco del de la chistera.

Lo dicho, sorry man!!, a pesar del gran 'post' que te has currado.

TSI-NA-PAH dijo...

Yo, si te soy sincero jamas lo he escuchado, y es que soy de los que vieron a los G'n'R en su apogeo, y compre sus discos cuando salieron...luego poco me intereso lo que hicieron...Aunque si que fui a ver a Slash con su nueva banda..Pero este disco, nunca lo he oido!!Ahora tengo que rendirme ante tu propuesta y hacer un espacio para poder escucharlo atentamente!
A+

Redacció dijo...

Yo lo intenté con este disco por el respeto que tengo a la obra del susodicho en el grupo, además con Izzy Stradlin y Ian Astbury, fueron mis dos mayores reclamos, pero la verdad es que no me gustó, no digo que sea malo, pero lo veo más un disco para los incondicionales de Slash. Eso sí, hay una par de canciones que son un cañón.
menudo post, me harás cambiar de opinión.
Saludos!!

Josi dijo...

Pues vaya, mira que he escuchado lo ultimo de Slash con Myles Kennedy (Esta bien) y les vi en el Azkena, pero no conocia este disco de colaboraciones o no me habría llamado la atención, pues no soy gran fan de G`n R y Slash, tendre que darle una escucha. Buena aportación porque se sale de las demas en tanto en cuanto es mas actual, le dare una oportunidad. (No puedo escuchar el grooveshark), un saludo, vecino de turno.