2 de mayo de 2013

Por amor a la música: Sound City - Real to reel

El juego Por amor a la música se parece cada vez más a una de esas películas norteamericanas de terror adolescente. O a una de esas historias de detectives donde se apagan las luces muchas veces. Vamos, que a cada manga quedamos menos. Espero no convertirme en ese simpático joven afroamericano que acaba asesinado por el psicópata de turno cuando baja al sótano a por pilas para las linternas.

De momento sigo aquí, y mientras me quede un aliento de vida no voy a perder la oportunidad de sumergirme en el reto. Quinta ronda (creo, corregidme si me equivoco) de la "competición" y Tsi a.k.a. Forrest Gump se saca de la manga un tema que me está haciendo sudar ya, y eso que me toca proponer clave dentro de tres semanas. Se trata en esta ocasión de discos con múltiples invitados en los que figure, al menos, un componente de la banda propuesta. Y la banda elegida por Tsi son The Beatles. Así dicho suena muy complicado, pero si seguís leyendo la entrada os quedará más claro. Por el Tiki Bar se ha pasado Doris Troy acompañada de, entre otros muchos artistas, el siempre sublime George Harrison.

Cuando en el año 2011 los estudios Sound City y Dave Grohl acudía a las instalaciones para llevarse unas cuantas cosas (y no es que sea amigo de lo ajeno, al parecer fue un saqueo consentido) le entró la morriña y recordó cuando había estado allí grabando Nevermind. Pero la banda más sobrevalorada de la historia (ups) no fue la única que se empapó de la magia de aquel magnífico estudio: antes que ellos estuvieron Neil Young, Fleetwood Mac, Rick Springfield, Grateful Dead, Elton John, Dio (con Holy diver) y después pasarían otros como Mastodon, Arctic Monkeys, Kyuss, Queensof the Stone Age o Johnny Cash en plena resurrección de la mano de Rick Rubin.


Así que Grohl pensó que algo tenía que tener aquel lugar para que tantos y tan buenos lo hubieran elegido. O al revés. De manera que decidió grabar un documental que salió a principios de este año y al que acompañaba este disco. Sound city: Real to reel es una colección de canciones interpretadas por algunos de los artistas que habían pasado por el mítico estudio y otros que simplemente querían rendir un pequeño tributo a todo un icono (que digo un icono ¡a un santuario!) de la música rock.

Si algo tiene nuestro (porque sabéis que aquí se le venera enfermizamente) Dave es que sabe siempre rodearse de, si no lo mejor, lo más interesante. Además de que sus compañeros de Foo Fighters se reparten durante los distintos temas (excepto el guitarrista Chris Shifflet, que sólo compone) y eso siempre es sinónimo de calidad.

El disco arranca con Heaven and hell y su sonido garage puro y duro que sólo podía salir de las guitarras de Robert Levon Been y Peter Hayes (Black Rebel Motorcycle Club) y sigue con un Time slowing down que me recuerda muchísimo a Stone Temple Pilots pero que está interpretada por el padrino del stoner Chris Gross y que Tim Commerford y Brad Wilk (Rage Against the Machine) se encargan de llevar un poco a su terreno conforme se acerca el final.

Después viene un temazo como la copa de un pene pino. En You can't fix this, Stevie Nicks (Fleetwood Mac) derrama su sensual y amarga voz sobre una melodía aún más agria, con un cierto sabor a despedida y que el teclista Rami Jaffee (The Wallflowers) se encarga de coronar con una ambientación inmejorable.


Nos recuperamos de este dolor en el corazón que no se puede arreglar con Rick Springfield y cuatro quintas partes de Foo Fighters metiendo caña de la buena en The man that never was. Y si nos sabía a poco continuamos con el punk rock sucio, acelerado y progresivo de Your wife is calling (genial el título, por cierto) junto a Lee Ving (Fear) y Alain Johannes (Eleven).

Corey Taylor (Slipknot, Stone Sour) está últimamente más melancólico de lo habitual y por eso se marca aquí un baladón agresivo y oscuro. Redondean la jugada en este From can to can't dos figuras como son Rock Nielsen (Cheap Trick) y Scott Reeder (Kyuss).

No podía faltar a la cita Josh Homme y lo hace con Centipede debajo del brazo. Un tema que comienza con un folk sureño saltarín y acaba transformándose en una enorme bola de fuego guitarrera que amenaza con quemar hasta los cimientos tus oídos. Sinceramente brutal. Homme y Johannes repiten en A trick with no sleeve y la cosa se va poniendo cada vez más grunge (esta vez con cierto regusto a Pearl Jam).

Pero llega el momento que todos estábamos esperando. Redoble de tambor, por favor, porque el sieguiente invitado del homenaje de Dave Grohl a los Sound City no es otro que... ¡Paul McCartney! Oh sí. Krist Novoselic y Pat Smear, el cuarto Nirvana, se unen a Grohl y Macca para dejarnos este Cut me some slack, con un sonido que no tiene nada que ver con ninguno de ellos pero que suena de muerte. Un tema denso y muy ruidoso, con ese sonido de guitarra que George Thorogood sacaba mejor que nadie y que se va acelerando poco a poco y que durante el último minuto es imparable.


Se cierra el álbum con un par de temas que tienen en común su bajada de revoluciones, pero que fuera de eso se parecen lo que un huevo a una castaña. If I were me es un corte íntimo y delicado en el que Grohl se desnuda vocalmente a ritmo de blues junto a su amiga y colaboradora de Foo Fighters, la chelista Jessy Greene, y el que el biógrafo de Bob Dylan calificó como "el batería de sesión de América" Jim Keltner. Y el broche de oro lo pone una improvisación de Grohl junto a su inseparable Josh Homme y el hombre que nos hizo amar las máquinas de ruiditos, Trent Reznor, que tiene por nombre Mantra y que se despereza sin prisa pero sin pausa y eclosiona en caos ordenado de voces, efectos y golpes de batería que hacen que tu alma ascienda al olimpo del rock.

Iba a poner unos cuantos vídeos pero soy incapaz de elegir. Este disco no es sólo el epitafio de un estudio sin el cuál sería imposible entender nuestra música. Es mucho más. Es el esfuerzo de dos docenas de músicos de distintas generaciones unidos con un objetivo común y a los que el cariño por aquel lugar que durante un tiempo fue su casa, han compuesto y se han dejado el pellejo en once temas que no tienen ningún desperdicio.

3 comentarios:

Redacció dijo...

Excelente elección, no tenía ni idea de este documental y disco tributo! El plantel es increible y muy ecléctico. me gusta más por todas las demás colaboracio0nes que por la de Macca,je je je, espero que nadie me apedrée pero esa inicial heaven and hell suena de muerte. !!
Saludos Vinny, un placer.

PUPILO DILATADO dijo...

WOW!!! Se me pasó este disco para el juego y mira que lo tengo ya un tiempo en 'pendientes' para degustarlo. No me arrepiento, la verdad, Ringo me está dando muy buenos momentos.

La verdad es que el elenco de 'ilustres' es increible y Grohl se nota que lo ha querido hacer con cariño además empezar a decantarse más por una cámara que por su guitarra.

Qué morbazo haber podido ver por un abujerito a Homme, Reznor y Grohl juntos. ¿Qué coño se habrán dicho? ¿Cómo habrán compuesto?

Post cojonudísimo para animarme y 'rescatarlo' de mi PC y, quien sabe, comprármelo al final.

TSI-NA-PAH dijo...

Primer, mil excusa por la tardanza, ando liado y con poca ganas de blog, la verdad!Muy buen post y muy agudo de tu parte coger este disco para el juego.Tengo que darle una buena escucha al disco y ver el documental!
A+