13 de diciembre de 2013

Por amor a la música: Alan Menken & Howard Ashman - OST La Bella y la Bestia

Última ronda de Por amor a la música con el jazz como actor secundario. No voy a mentir, esta ha sido la ronda más difícil a la que me he enfrentado hasta ahora. Incluso mucho más que la de las coristas. Pero oye, nadie dijo que iba a ser fácil. Y mucho menos porque, si prestáis atención, podéis escuchar el chisporroteo de las neuronas de Forrest en la barra del Tiki Bar maquinando la nueva manga y, sinceramente, me echo a temblar.

Le tocaba, como siempre, cerrar el círculo a Nortwinds en el Motel Bourbon. A pasar la noche se quedaron Chris Spedding y su amigo Jack Emblow. Y ya que estaban, pues tocaban Hurt. ¿Jack Emblow? Pensaréis algunos. Efectivamente. Un famoso acordeonista. Repito: acordeonista. ACORDEONISTA. CON DOS COJONES.

Yo ni siquiera sabía que había acordeonistas en el jazz. Pero oye, había que intentarlo. Para mi, grata, sorpresa fue más sencillo de lo que pensaba encontrar unos cuantos nombres, y lo que es más, escoger uno.

Dominic Cortese llamó mi atención de buenas a primeras por haber participado en el Viva Las Vegas de Elvis. Como no soy un gran seguidor del rey, pues pensaba que era la canción (lo que me extrañaba, pues no recordaba ningún acordeón) hasta que me di cuenta de que el disco se llamaba así. "Me cachís en la mar, no me apetece ponerme Elvis", pensé. Bueno, en realidad no, sabéis que nunca diría algo así.


Cortese nació en Nueva York en 1921 y sirvió a su país en la Segunda Guerra Mundial. Tras regresar tardó poco tiempo en convertirse en "el hombre" que todos necesitaban cuando un artista o discográfica se planteaba tener en plantilla un acordeonista y aún lo siguió siendo hasta su muerte en 2001. Esto le llevó a participar en trabajos (que combinó a principios de los setenta con varios discos en solitario) con una colección heterogénea de músicos como Bob Dylan, Billy Joel, Elvis, Don McLean, Tony Mottola o John Pizzarelli, en estilos que van desde la polka al rock, pasando por el pop, el folk y el jazz (principalmente con Pizzarelli y Uri Caine, salvado por la campana). Ah, y las bandas sonoras. Y por supuesto, como todos imaginábais, aquí es donde entra en juego Disney.

¿Quién engañó a Roger Rabbit? (peliculón ultrarrecomendable queridos hamijos) marcó el principio de la segunda edad dorada de Disney (algo de lo que ya hablé en mi post sobre la banda sonora de El Rey León) y el inesperado pero comprensible éxito de La Sirenita en 1989 hizo a los ejecutivos de la empresa del viejo Walt frotarse las manos decididos a repetir el logro. La fórmula estaba clara: cuento clásico en formato cuasi musical.

Menken recogiendo su segundo (de cuatro) Oscar. Pocos me parecen.
Esta vez le tocó el turno a La Bella y la Bestia (Disney ya lo había intentado en sus primeros años pero por una cosa u otra no salió adelante) y los encargados de ponerle ritmo, melodía y letra a la película no podían ser otros que el tándem Alan Menken y Howard Ashman, responsables directos bajo mi inexperto criterio (y el de sus jefes, está claro) del pelotazo de La Sirenita. Además había que sacar la artillería pesada y fichar a Paige O'Hara, con tablas suficientes en los escenarios de Broadway para hacerse una cabaña, para interpretar a Bella. El éxito se repitió, obviamente, y la película se llevó no sólo un buen puñado de millones en taquilla, sino también dos Oscars, uno para Menken por el score y otro para él y Ashman por la canción Beauty and the beast (que recogió sólo Menken, pues a Ashman se lo llevó el VIH ocho meses antes del estreno de la película) y tres Globos de Oro, dos de nuevo para la música y el de Mejor Película Comedia o Musical.

Aunque entraría tranquilamente en mi top ten, no tengo la banda sonora tan machacada como me gustaría y no he conseguido dar con una fuente fiable sobre cuales son los cortes en los que participa Cortese, he decidido guiarme por mi instinto y puedo afirmar, casi con un cien por cien de seguridad, de que su acordeón puede escucharse en tres: Gaston (esa oda a la virilidad más vacua que le dedica Lefou al antagonista de la película), el reprise de la misma y, redoble de tambores, Be our guest (¡Qué festín! en castellano). La dos primeras no dejan de ser de esas canciones que ponen en las pelis de críos para que conozcas (y odies un poquito más) al villano de turno, pero me gusta pensar que modificando brevemente la letra se la podrías cantar a algún que otro tronista y/o especímen ibérico.


Y la tercera forma ya parte de la cultura popular (Moooocaaaasines, saltarines, con la piel de dos mastiiines...). Un esfuerzo coral, magistralmente dirigido por Menken que es imposible no disfrutar de principio a fin.



Como esto me está quedando muy largo y no me quiero extender mucho más, sólo voy a resaltar otros dos temas no instrumentales (tampoco es que haya mucho más) de esta banda sonora. El primero es The mob song, otro trabajo de grupo sincronizado al milímetro que consigue, al igual que Be our guest, introducirte completamente en la historia sin necesidad de imágenes. En este caso, a la turba camino del castillo de Bestia para matarlo.


Y por último y como no podía ser de otra manera, el tema que toma nombre de la película. Beauty and the beast, interpretado por la siempre simpática y profesional Angela Lansbury (y no esa mierda de versión pop sobreazucarada de Celine Dion y Peabo Bryson) que consigue ablandarte el corazoncito con ese tono maternal y protector. Mención a parte merece el planteamiento de la escena, casi pionera en el uso del 3D para generar escenarios (sólo Tron pocos años antes se atrevió) que consigue un efecto sobrecogedor. Se oye una canción...



Pues nada más por hoy. Debería darle las gracias a Disney, a lo tonto me han salvado dos entradas. Y supongo que aún podrá hacerlo en alguna ronda más. Pasen buen fin de semana señores, y recordad que, la belleza está en el interior.

6 comentarios:

bernardo de andres dijo...

Bravo Bravisimo. un amante como yo de los Dibus la bella y la bestia bso es imprescindible. preciosa a más no poder. ese sabor a musical clásico americano UMMM y la excelente scena del baile con ese fictcio juego de camara circular. Me lo voy a poner d einmediato . Como casi todos descubrimos estas pelis por los niños pero hay que reconocer que durante una década las BSo de estas pelis eran imbatibles. Ahora empiezan a flojear. Una recomendación la bso de HERCULES, espectacularmezcla de soul góspel y pop con untema de Belinda Carlisle a lo Bangles brutal. Un favor si me lo permites se lo he puesto a mi hijo y le ha recordado tanto la peli que me ha pedido te pregunte si dentro de un par de semanas puede poner estractos de este post en su blog de la edad del kojak (tiene 12 años).

Vinny Gonzo dijo...

Bernardo: Por supuesto que tiene permiso, hay que ayudar a las nuevas generaciones. Yo tenía 2 añitos cuando estrenaron la peli, así que la vi bastantes años después cuando mis padres me la compraron (esa colección de VHS aún anda por ahí) y creo que es de esas películas que gana cuando la vez con algo más de edad. Y la de Hércules... Eso es otro nivel, eso es temazo tras temazo de principio a fin.

PUPILO DILATADO dijo...

Sorprendes con esta última ronda aunque repitas con el tio Disney (por mí como si repites todas las que quieras, es una opción válida como las demás). Esta peli me parece absolutamente una gozada y la banda sonora muy adecuada con los climax y momentos clave de la peli. Desde luego del acordeonista ni puta idea, ni tan siquiera reparé en que existia en estas canciones.

Mi hija le cogió miedo a la bestia con dos años pero este verano la volvimos a ver y le encantó, comprendió, ya con cuatro años, lo que le ocurría a Bestia y por fin la visionó sin taparse los ojos, ja,ja,ja.

Originalísimo post bro'!

Unknown dijo...

Chapeau amigo Vinny!Eso es saber darle una vuelta mas!The Beauty and The Beast...Me quedo con la version de jean Cocteau! Pero los dibujos animados soy fan...Y esa bandas sonoras, son siempre una maravilla.
Bravo.
A+

Carlos Tizón dijo...

Que cabroón!!!!! todos mis respetos camarada, porque has subido un peldaño más en los altares en los que ya estabas.Disney cuida sus bandas sonoras como oro en polvo y yo que estoy en una época, en la que me trago cantidad de pelis con mis hijos, las disfruto, y esta es simplemente acojonante. Your a big one

Josi dijo...

Enhorabuena, Vinny, cada vez que recurres a una película de Disney en este juego no haces sino abrirme mas los ojos y apreciar lo que hay detrás de todas las maravillas musicales que componen la banda sonora a estas películas, gracias, colega, me encanta la visión que le das a estos post, un saludo.