6 de diciembre de 2013

Por amor a la música: Opeth - Famine

Una semana más estamos aquí, Por amor a la música. Bernardo, nuestro anfitrión esta semana, ha conseguido lo que hacía varias rondas no conseguía nadie: hacerme dudar entre cinco o seis opciones a la hora de desarrollar la entrada. Pero vamos poco a poco.

En la pletina del Tocadiscos Dual de Bernardo sonaban Oh, how we dance y Short cut draw blood de Jim Capaldi, con el genial percusionista Rebop Kwaku Baah. Toma clave, percusionistas de jazz en discos/temas de pop/rock.

Comenzaba mi búsqueda con el miedo que me invade últimamente cada vez que empieza la ronda. Veremos a ver si encuentro algo, pensaba desazonado. Sorpresa mayúscula la mía, cuando tras revisar tan sólo los nombres y trabajos de los tres o cuatro primeros nombres, mi lista de posibilidades subía como la espuma. Me embargó la emoción y también una sensación de que, joder, a ver ahora cómo me decido.

Tres nombres llevaban todo el peso: Álex Acuña, Paulinho da Costa y Luis Conte. Casualidad (o no), todos sudamericanos. Todos con un plantel de colaboraciones bien variado e interesante. Así que al final, la decisión ha sido puramente técnica. Da Costa, con su interminable lista de participaciones, resulta al final más un batería de estudio que ha tocado jazz que uno de jazz que toca en estudio. Y Conte, a pesar de haber tenido mucha relación con el jazz fusión, es predominantemente un percusionista de música latina (sea la que sea). De manera que el flamante "ganador" fue Álex Acuña.


Ja, ja, ja, ja. Mistetas, dice.
Peruano, nacido en 1944 y el punto de inflexión de su carrera llega en 1974, cuando se traslada a Las
Vegas (donde trabaja con gente como Elvis o Diana Ross) y sólo un año más tarde, entra a formar parte de los ya míticos Weather Report. Tras dos álbumes con la formación, Acuña se marcha a California para convertirse en músico de sesión. Es entonces cuando su nombre empieza a sonar con fuerza y Álex Acuña se convierte en sinónimo de calidad tanto para la batería como para la percusión. Desde entonces, entre sus trabajos, podemos encontrar nombres de la talla de Paul McCartney, Joni Mitchell, Al Jarreau, U2, Ella Fitzgerald, Chick Corea, Lindsey Buckingham, Plácido Domingo, Herbie Hancock, Beck, Santana, Roberta Flack, Peter Gabriel, Willie DeVille...

Y Opeth. Mi mandíbula rozó peligrosamente el suelo cuando descubrí que Álex Acuña era el encargado de ponerle la percusión a Famine, séptimo corte de Heritage, el último disco hasta la fecha de la banda de Mikael Åkerfeldt (banda por decir algo, todo mundo sabe que Opeth es Åkerfeldt).

La verdad es que hacía años (muchos, pero muchos, muchos) que no escuchaba a Opeth. Desde aquel Blackwater park, clásico en la discografía de los de Estocolmo, lo que había catado eran ciertos ratos de aburrimiento en Spotify una de esas tardes que me apetecía explorar. Por eso de nuevo otra sorpresa cuando al enchufar Heritage me di cuenta de que el metal progresivo (en algunos casos ni siquiera metal, puro rock progresivo y en ciertos momentos el jazz fusión es más que patente) se había hecho dueño del cotarro, dejando a un lado el death y el black metal que lo envolvían todo en sus anteriores trabajos.

Famine es un tema curioso. Comienza con un pasaje de inspiración africana y oriental, muy tenue pero muy acongojante en el que Acuña toma el mando de la percusión para dar paso al piano y la voz de Åkerfeldt, compungida. La cosa se va de madre después con un riff de guitarra magistral, una batería imparable y un hammond (omnipresente en casi todo el álbum), bajando y subiendo de nuevo, con Acuña tomando mayor o menor protagonismo, lo mismo que se podría decir de la tétrica flauta de Björn J:son Lindh. Los últimos minutos, la música se arrastra como una plaga, como esa hambruna a la que va dedicada la canción, creando una atmósfera que, sin ser especialmente densa, consigue oprimirte.


El resto de Heritage es, como ya he dicho, metal progresivo de bella factura y ambientes oscuros, con una instrumentación milimétrica. Y aunque sea sólo por el tema homónimo que abre el disco, The devil's orchard y Folklore, deberíais escucharlo.Un servidor echa de menos esos flirteos con el sonido más extremo (algún que otro gutural de Åkerfeldt) pero lo que no se puede negar es que Opeth son (y esperamos que sigan siendo) una de las referencias en el progresivo actual. ¡Hasta la semana que viene!

PD: Si alguien conoce y/o se escucha el disco completo, decidme por favor que no estoy loco y que Folklore no parece una versión actualizada de Aqualung.

5 comentarios:

bernardo de andres dijo...

No estas loco se parece de forma notoria. curiosamente ayer de noche estuve escuchando unos podscast sobre Opeth y ninguno menciono los toques latinos y percusivos del grupo, de ahí la sorpresa mayúscula de ver tu entrada. Soy más de los Opeth de ahora que los primigenios y tu comentario me hara fijarme mas en sus discos y eso que últimamente Opeth van un poco de sesudos con tanto arreglo jazz, prog y folk. Realmente el disco es bastante bueno pese a no ser un estilo que domino pero de vez en cuando me toca el almar'n'r más dura

Carlos Tizón dijo...

Amo a opeth pero su último disco es demasiado prog y muy poco metal, algo que me deja algo,no sabria explicar, porque ese transfondo metalico que tenian era imprescindible en su sonido. Yo también me he sorprendido jajaj

PUPILO DILATADO dijo...

No soy un die hard fan de Opeth pero veo en Heritage un cambio obligado, necesario después de tanta oscuridad y guturalidad q agobiaba ya un poco. Aprecio su propuesta actual y Famine es toda una sorpresa, no habia reparado en q esas percusiones tan especiales venian de quien venian.

Por cierto, menudo curriculum de colaboraciones, WOW!, Acuña también es un crack. Postazo!

Josi dijo...

Tenia en otro concepto a Opeth, me atrae mas la propuesta que planteas que el concepto mas radical y gutural que yo tenia de ellos. Respecto a Acuña, tal y como les digo al resto de participantes del juego, unos monstruos de la música, eternos y omnipresentes en todos los estilos musicales. Pedazo de post, Vinny, un saludo.

Unknown dijo...

Otras! que Álex Acuña toque en el disco de Opeth me deja pasmado! Que bueno! Con Weather Report me encanta y de aquella manera le conoci!Pero con Opeth..sorprendente!Gran post amigo Vinny...Gran post!
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