12 de enero de 2014

Le temàzo XXVIII: Sonata Arctica - Caleb

Como ya comenté en aquella entrada sobre mis inicios musicales, Sonata Arctica fueron una de las primeras bandas de las que devoré con fruición toda su discografía. Cuatro trabajos que escuché una y otra vez, casi sin descansar, con esa vertiginosa velocidad y esas melodías tremendamente épicas del power metal que a mi joven mente la volvían loca.

Los tenía en un pedestal, para qué nos vamos a engañar. Por eso el lanzamiento de Unia en 2007 me dejó algo... decepcionado, diría yo. Probablemente (bueno, lo más seguro) la razón era puramente sugestiva. El quinto álbum de estudio de los fineses sigue idénticas líneas estilísticas que sus antecesores: la afectada voz de Tony Kakko, la batería cabalgante y el desparrame creativo de Henrik Klingenberg en los teclados. Esto último siempre ha sido mi debilidad.

Quizás por eso cuando entre el tracklist apareció la intro de Caleb, tan amarga y virtuosa y después ese riff pesado rompiendo la armonía vi la luz al final del túnel. Una historia oscura sobre un padre hastiado de todo, una madre vengativa y un hijo que, sin quererlo, acabará convertido en el vivo retrato de su progenitor. Desgarradora y artificiosa a partes iguales, os digo que simplemente merece ser elevado a la categoría de temazo, aunque sólo sea por el primer minuto.

1 comentario:

bernardo de andres dijo...

Poco a poco voy cogiendo gracias a su persona al hard , heavy o como se quiera llamar, sobre todo todos estos épicos y con coros majestuosos. Me ha gustado esto