20 de mayo de 2014

Histeria universal: Nunca te fíes de una paloma

Sit tibi copia, sit sapienta, formaque detur inquinat omnia sola, superbia si comimetur
Ten riqueza, ten sabiduría, ten bondad, pero guárdate del orgullo que mancha todo lo que toca
(inscripción grabada en un pilar del Krak des Chevaliers)

Año 1096. Después de casi un año de expedición desde que el primer Deus vult -Dios lo quiere- se oyese en Francia, los grupos cruzados liderados por Godofredo de Bouillón y por Raimundo de Tolosa se encuentran faltos de provisiones. Se ven obligados a tomar una fortaleza, y sus tierras aledañas, para reabastecerse. Esa fortaleza que se alza impasible sobre una elevación se convertirá, tras múltiples reformas y mejoras, en uno de los bastiones más inexpugnables jamás erigidos. El Krak des Chevaliers.

Con tres de sus flancos protegidos por una empinada ladera, la única forma de acceder es a través de la entrada principal, expuesta frente a una amplia llanura.

Tras la fundación de los reinos latinos de Tierra Santa, el castillo pasa a formar parte de Tripoli. En 1141 el castillo es cedido por Raimundo II a la Orden de San Juan de Jerusalen, los caballeros hospitalarios (actual Orden de Malta). Bajo su control, el Krak pasa a ser un bastión cristiano impenetrable. En 1183 y posteriormente en 1188 la fortaleza fue sitiada por el mismisimo Saladino sin éxito.

Pero la euforia y unidad que la Primera Cruzada había causado en los reinos europeos hacía tiempo que había pasado. La situación cristiana en Tierra Santa era cada vez más insostenible. El mayor bastión cristiano, la única fortaleza que había resistido todo ataque, era guardado por tan solo 300 hombres.

Ante esta situación, en 1268 Hugues de Revel, Gran Maestre hospitalario, solicida ayuda urgente para reforzar el Krak. Una ayuda que nunca llegó. Dos años después, Baibars, sultan de Egipto, se adenta en las tierras de pasto dominadas por la fortaleza. Finalmente, en 1271 una fuerza de mamelucos pone sitio al Krak durante varios días mientras el sultan toma otras fortalezas de la zona como Chastel Blanc. Nada más llegar al sitio todo el grueso del ejércitio del sultan, comienza a construir armas de asedio y a castigar los muros con lanzapiedras. Finalmente, y tras minar el recinto, se derrumba una de las torres creando una brecha. Baibars se decide a ordenar el ataque y consigue tomar el primer recinto exterior. Sin embargo, los pocos cruzados que logran sobrevivir se retiran al recinto interior.

A pesar de verse superados en número en proporciones ridículas, las formidables defensas de la ciudadela permiten resistir a los pocos hospitalarios que se hacen fuertes en sus muros. Baibars se enfrenta a lo que parece ser un largo sitio, algo que no se puede permitir.

Mientras tanto, los defensores son conscientes de que no hay victoria posible, y es solo cuestión de tiempo que acaben cayendo, pues no hay forma de que reciban ninguna ayuda. Sin embargo no se rendirán. Les vincula la Regla de su Orden, que prohibe expresamente que un caballero rinda una fortaleza hospitalaria sin la aprobación de su Gran Maestre. Solo pueden esperar lo inevitable.

Aquí es donde nuestra paloma entra en escena. Ambos bandos esperan durante 10 días, sabiendo que ni unos podrán tomar el recinto, ni los otros romper el sitio. Hasta que una paloma llega al recinto interior portando un mensaje del Gran Maestre de Tripoli. En ella les otorga permiso para rendir la fortaleza. No hay duda de que se trata de una falsificación enviada por el sultán, pero da a los caballeros una excusa honorable para terminar el sitio. La capitulación es aceptada por el sultán de forma inmediata y en buenos términos, prestándose incluso a firmarles un salvoconducto hasta llegar a tierras cristianas.

Y así el Krak des Chevaliers, una de las más, sino la más, inexpugnables fortalezas que aun se conservan, fue rendido con un engaño.

En el reciente conflicto de Siria, el Krak, declarado patrimonio de la humanidad, fue ocupado por opositores al gobierno que resistían en él desde hacía dos años, y recapturado marzo. En este artículo de la BBC pueden verse un par de imágenes que muestran los deterioros causados por la crudeza del conflicto.

1 comentario:

Unknown dijo...

Diablos, entradón. Nunca he sido muy aficionado a la Edad Media (a la Baja, más bien), pero tras leer esto, creo que debería pillarme algún libro. Gran, gran entrada.