1 de mayo de 2014

Por amor a la música: Anathema - A natural disaster

Estoy últimamente de un moderno que asusto. Me pego las horas de curro entre canciones de Haken, Animals As Leaders, Unicornibot, Jardín de la Croix, Toundra, Massive Attack, Portishead... Debe ser que me estoy haciendo mayor y salvo en ratos contados lo que me pide el cuerpo son cositas elaboradas y experimentales.

Os digo esto para que no os extrañe en absoluto que cuando Josi, nuestro anfitrión esta semana en Por amor a la música, propuso el pequeño sello Music for Nations (al que le debemos, y ojo que no es moco de pavo, la publicación en europa de casi todos los mastodontes del metal americano ochentero) con su post sobre el Heart of the storm de Alaska (el grupo, no la señora de Mario Vaquerizo) y vi entre la lista de artistas publicados (de la que Josi había eliminado a Metallica) a Opeth y Anathema tuve claro que la lucha iba a estar entre ellos dos.

Si bien me apetecía bastante hablar de Blackwater park, uno de esos discos que he recuperado bastantes años después, hace más bien poco que ya os hablé de Opeth y lo cierto es que nunca me había dado por escuchar Anathema. Me gusta el rock progresivo y a día de hoy no conocer el nombre de los hermanos Cavanagh es casi un pecado, pero ya se sabe que del dicho al hecho hay un buen trecho.

Decidido a enmendar mi error me pegué ayer toda la tarde escuchando en bucle Judgement, A fine day to exit y A natural disaster, los tres trabajos que publicaron los de Liverpool con el sello Music for Nations. La elección de este último por encima de los otros dos es meramente personal y la culpa la tiene un corte en concreto. Pero no adelantemos acontecimientos.

Los primeros pasos de Anathema en el mundo de la música llegaron con la década de los noventa bajo el nombre de Pagan Angel y haciendo doom metal. Con tan solo un par de demos grabadas captaron la atención de la escena metalera británica y los Cannibal Corpse se los llevaron de gira. Serenades, su largo debut atrajo más atención y más público y los ya por entonces Anathema asentaron sus posaderas en el siempre cambiante olimpo del metal atmosférico. La salida en 1995 del vocalista Darren White y la no búsqueda de sustituto colocaron a Vincent Cavanagh a las voces y marcó el inicio de la evolución desde el doom metal con guturales incluidos hacia el actual estilo de Anathema, más limpio, sosegado y experimental.

A natural disaster salió a la venta en 2003, tras un breve periodo de tiempo en el que el hermanísimo Danny Cavanagh había militado en las filas de Antimatter, el proyecto del ex-bajista de Anathema, Ducan Patterson. La cosa no debió de cuajar pues Danny regresó a la banda junto a Vincent, Jamie (el otro hermano Cavanagh, que había vuelto al redil después de diez años), el batería John Douglas y el teclista Les Smith.

Como si del hijo pródigo que sólo recibe agasajos tras regresar al hogar, este es el primer álbum de Anathema en el que Danny se atreve con la voz principal, en concreto en dos canciones: Electricity y Are you there?, quedando para Vincent el resto del disco excepto la canción homónima que sale de la preciosa garganta de Lee Douglas (sí, hermana de John, aquí todo queda en familia). De esta manera se empieza a fraguar ese ambiente coral que rodea los últimos trabajos de la banda, donde no hay ningún protagonista absoluto sino toda una orquesta engrasada con precisión milimétrica. Ni un solo detalle dejado al azar. Ni un sólo desarrollo repetitivo.

Ni la mafia napolitana, oiga.
Como comprenderéis en un disco de estas características es bastante complicado (y más en tan poco tiempo) apreciar todas y cada una de sus facetas. Lo que si me atrevo a destacar es varios momentos clave que me han gustado especialmente, como el pasaje de voz etérea en Closer, el fantasmagórico ambiente de Flying, el vertiginoso nudo de Violence, la señorita Douglas en A natural disaster (madre mía, qué voz  ¡qué voz!) y (ahora sí que sí, este peso ha sido el que ha decantado la balanza) la contundente patada en la boca que supone Pulled under at 2000 metres at second. Coged un pellizquito de paciencia y dejaros abrazar por los vientos solares y nebulosas estrelladas de Anathema.


PD: Como las casualidades existen, esta mañana me he encontrado con que el día 12 de julio en el Poble Espanyol (Barcelona) se celebrará el festival Be prog! My friend con, entre otros, Opeth, Anathema y Antimatter. Por si a alguien le interesa, aquí su página web.

5 comentarios:

bernardo de andres dijo...

Este dsico de Anathema lo compre por pura chiripa . Me gusto la portada y sin conocer el grupo. Como estaba a precio de 2 euros creo lo compre y la verdad después de escucharlo me encanto luego probe con otros y ya no era lo mismo , tienen cosas excelentes pero cuando le dan al metal pesado Uff demasiado . Este album si tieen esa voz y ese aspecto onirico propio de los prog ingleses que me alucino .
No me extraña la elección yo lo hubiera elegido

Unknown dijo...

Me pasa mas o menos como a bernardo...Me gustan , pero en pequeñas dosis , el aspecto onirico es bastante similar en cada tema y al final me carga bastante. Son buenos, pero los hay mucho mejores.
A+

PUPILO DILATADO dijo...

Nunca me puesto con ellos, si con Opeth que me gustan mucho, ya sabes, la musica oscura en pequeñas dosis, soy más rock'n'roller pero no le hago ascos a nada y tu penúltimo párrafo es definitivo para mi para hacerme, al menos, con este disco.

Te veo muy indie electrónico en tus momentos de currele, solo controlo a Massive Attack y a Postishead, has probado con Morcheeba? Son algo más poppies pero su musica y su cantante femenina son la leche de buenos.

Buen trabajo colega!!

Josi dijo...

Nunca había escuchado a Anathema hasta leer tu post, Vinny, no se, demasiado progresivos para mi gusto, no es mi estilo, pero le daré una oportunidad, como al resto de música que voy descubriendo entre todas las propuestas que surgen. Si últimamente estas de ese moderno que dices, ya sabes, dale a tu cuerpo lo que te pida, así se disfruta de la vida y el escuchar e investigar sobre la música que te gusta forma parte de ella, of course. Un saludo, buen post, por cierto.

Carlos Tizón dijo...

Siempre he sido muy fan de Anathema, desde sus comienzos más oscuros y doomies, hasta la claridad de luz en lo que se han convertido sus últimos lanzamientos. Junto a paradise lost, Cathedral o My Dying Bride, volvieron a poner el metal británico en boca de todos. Desde luego, son una banda con la que perderse y dejarse enredar con su propuesta