15 de noviembre de 2014

Por amor a la música: Ken Hensley | Demonios, magos, góticos, cabalistas


Ojo la que he estado a punto de liar. Resulta que todo envalentonado me había preparado la entrada para dar comienzo a la nueva ronda cuando me doy cuenta de que, como en el fondo soy un sinvergüenza sin escrúpulos, me había saltado al pobre Bernardo. Por suerte mi poco amor por madrugar me ha salvado de un ridículo espantoso (bueno, tampoco es para tanto, pero no sé, me hubiera sentido mal).

Como si de una venganza kármica se tratase nuestro anfitrión de esta semana en Por amor a la música ha decidido que busquemos organistas de aúpa que hayan participado en dos proyectos antagónicos. Tras unos minutos de ojiplática expresión frente al ordenador pensando que vaya un pedazo de cabrón fiera está hecho el amigo Bernardo, me he leído su didáctico (como siempre) post sobre Peter Bardens y sus correrías con Camel, The Answer y Van Morrison, y luego me he vuelto medio loco tratando de encontrar alguien que encajara en los requisitos (pues además se nos ha instado a buscar gente que haya tocado principalmente el órgano para poder utilizar a los pianistas para otra ronda).

Money Mark parecía una buena opción, pero sus aportaciones son más ornamentales que como miembro habitual. Mike Finnigan tampoco era descabellado pero no terminaba de convencerme... Al final, he decidido tirarme por algo un poco más obvio pero más cogido por los pelos, simplemente porque ya es la segunda entrada de Por amor a la música que escribo esta semana y me siento un poco agotado. Así que sin más preámbulos, os anuncio que Ken Hensley es mi elección.

Su primer instrumento fue la guitarra, que empezó a toquetear con 12 años. Con 17 estuvo a punto de telonear a Ben E. King con The Jimmy Brown Sound, pero al final la cosa no salió. Dos años despuées, en 1965, forma The Gods junto a un jovencísimo Mick Taylor. Como Taylor se defendía, y muy bien además, con la guitarra, Hensley decidió aportar su voz y tocar el Hammond. Greg Lake y Paul Newton también pasarían por dicha banda. Dos largos y varios singles surgieron como resultado de su fichaje por Columbia.

En las navidades de 1969 Newton, que había dejado The Gods para unirse a Spice, le pidió a Hensley incorporarse a la banda pues necesitaban un teclista. En menos de un mes Spice ya eran Uriah Heep y Hensley había encontrado la incubadora perfecta para que sus pequeñas creaciones musicales y líricas crecieran sanas y libres.

Mi amor por Uriah Heep deriva de mi amor por el power metal y del amor que muchas de esas bandas profesan por los ingleses. Reconozco no obstante que lo que conozco de ellos no va muchos más allá de sus grandes éxitos y que por eso Demons and wizards, que contiene las archiconocidas The wizard y Easy livin' es mi elección para ilustrar la etapa de Hensley con la banda londinense.

De todas formas, y a pesar de que el desarrollo de The wizard (canción de la que ya hablé con motivo del día del orgullo friki) me sigue pareciendo absolutamente soberbio y que el Hammond de Hensley en Easy livin' es una auténtica locura, el resto de los temas no son moco de pavo en absoluto.

La potencia funk de Traveller in time, la más rockera y luminosa Poet's justice, la espiritual Circle of hands, con ese pedazo de guitarra de Mick Box, la densa Rainbow demon, con otro Box antológico y otra línea de Hammond para enmarcar, la vitalidad de All my life y para terminar, esa delicia acústica que es Paradise y que continúa con The spell y sus siete minutos y medio de épica setentera donde todos y cada uno de los miembros tienen algún que otro momento para demostrar sus habilidades. Las voz David Byron y la batería de Lee Klerslake se adaptan a la perfección a cualquiera de las piruetas compositivas maquinadas por Hensley y, en resumen, Demons and wizards es un perfecto ejemplo (probablemente el mejor) de la magia de Uriah Heep.


Las idas y venidas y nombres remarcables que en algún momento de la década de los setenta (y posteriormente) pasaron por Uriah Heep es casi interminable, así que me voy a centrar en lo importante. En 1980 Hensley dejaba la banda por roces con el resto de integrantes en relación al nuevo vocalista, John Sloman, cuya manera de cantar las canciones no terminaba de convencer a Hensley.

Shotgun, su nueva banda, no terminó de despegar y tras mudarse a Estados Unidos entra a formar parte de los rockeros sureños Blackfoot, en los que militó durante tres años. Después daría comienzo una etapa que dura hasta día de hoy en la que Hensley ha compaginado su carrera en solitario rodeado de diversos combos y colaboraciones puntuales con artistas de diversa índole entre los que destacan W.A.S.P, Cinderella, Ayreon, Therion y los búlgaros B.T.R.

Para mi segundo aporte me voy a quedar con el Gothic kabbalah de Therion, una de las bandas más interesantes dentro del panorama del metal sinfónico (que por norma general no soporto). A pesar de que comenzaron como una banda de death metal melódico el paso de los años les ha hecho avanzar lento pero seguro hacia un metal sinfónico oscuro, exótico y muy elaborado. Ken Hensley colaboró en este decimotercer trabajo de estudio de los suecos únicamente en un tema, Trul, en el que aporta un sólo de Hammond bastante discreto pero más que efectivo.


Si os apetece echarle una oreja al resto del trabajo, os diré que lo que os encontraréis en Gothic kabbalah es algo muy similar a lo que proponen Orphaned Land, pero sustityendo el folk de oriente medio por una teatralidad operística bastante resultona.

Como he dicho antes, ya tengo lista mi entrada de esta semana que viene, así que he pensado que, para que vayáis con un poco más de tranquilidad, la voy a publicar el martes en lugar del miércoles, y así os doy un día más para pensar.

4 comentarios:

bernardo de andres dijo...

No era tan dificil creo yo. Mira pues al preparar la mia también me fije en Hensley ya que no hay tanta diferencia a mi modo de ver con Bardens es más creo que Hensley es más versatil . lo que no tenia ni idea es lo de Therion pero prometo echarle un vistazo aunque eso si no quedara sin tirarme a la cara algo de los Heep

Unknown dijo...

Un fucking Master Mr Hensley! sabes que vive por Alicante.Una de las bandas donde toco en sus primeros años y que me encanta es Toe Fat!Tampoco sabia lo de Therion...tambien le echare una escucha.
A+

Josi dijo...

Hensley¡¡¡¡ Un personaje fundamental en el mundo del hard rock, un viejo dinosaurio que ha sacado últimamente dos trabajos en solitario realmente espectaculares, a un nivel que ya lo quisieran para si mismos los Purple, por ejemplo. Buenisima elección, Vinny, un saludo.

PUPILO DILATADO dijo...

Cojonudo contraste, vaya que sí!!! Vinny!, por cierto, qué currada PAALM sin querer, pero bueno, míralo por el lado positivo y es que ya estás más que relajado para la semana que viene y nos relajas más a nosotros teniendo un día más.

Lo de Uriah Heep es, sencillamente, espectacular, lo de Therion no me llama tanto pero, la verdad, tenía más prejuicios antes de escuchar el corte que propones que después pues pensaba que me aburrirían y suenan interesantes a pesar de no llamarme NADA el metal sinfónico.

Buena entrada amigo Vinny!!