28 de febrero de 2014

Por amor a la música: X Japan - Blue blood

El comienzo de una nueva ronda de Por amor a la música siempre es motivo de alegría. Y esta no iba a ser una excepción. Nuestro siempre imaginativo Forrest cambia radicalmente de tercio y dejamos atrás los amoríos y demás rollos de prensa de peluquería para adentrarnos en la crónica de sucesos pura y dura. Muertes de músicos. Cada semana uno de los participantes propondrá una manera de morir (y el famoso programa de televisión nos ha enseñado que hay una gran variedad) y el resto tendremos que mover ficha. El arranque no podía ser mejor, pues Forrest nos dejaba en The Tiki Bar una bonita reseña sobre el Straight up de los recientemente revitalizados Badfinger y todo debido al suicido por asfixia de su líder, Peter Ham.

Reconozco que hoy juego con ventaja porque fui uno de los "afortunados" que la semana pasada leyó la entrada original de nuestro anfitrión durante lo que he decidido en bautizar como "la prisa del asesino". Y no es para menos, porque el tema es muy jugoso. Tristemente la muerte por asfixia, tanto como método de quitarse la vida como por descuido durante alguna que otra práctica sexual exótica, ha provocado que más de un genio se nos fuera al otro barrio.

Es el caso de hide (Hideto Matsumoto), guitarrista japonés conocido principalmente por haber pertenecido a X Japan y Saver Tiger, ambos pioneros del movimiento visual kei. Para los no iniciados, sólo os diré que el visual kei es algo así como el glam occidental, es decir, pintas estrambóticas rozando la androginia, parafernalia capilar y mucho maquillaje, aunque es cierto que el concepto visual kei (nombre derivado, a todo esto, de esa frase que se puede leer en la portada de Blue blood, "psychedelic violence crime of visual shock") nunca ha estado asociado a ningún estilo de música concreto y son muchas las bandas de la isla oriental, sea cual sea su palo, las que lo llevan por bandera. Existe, y esto ya como información extra, una curiosa división entre todos los aficionados al rock en Japón basada principalmente en si se acercan más al visual kei (que además suele contener letras en japonés) o si, por el contrario, tienen una estética más occidentalizada y, casi por consiguiente, cantan en inglés. Los primeros afirman que el rock no deja de ser un espectáculo más y los segundos que debajo de tanta fachada en muchas ocasiones hay músicos bastante mediocres. En fin, para gustos los colores.

25 de febrero de 2014

¿Versatile? Bueno, si ustedes lo dicen...

Pues nada, que esta mañana me he levantado con la buena nueva de que me he llevado un Versatile Blogger Award. No ya por que éste premio reconoce mi incansable (¿eing?) y contínua (más ¿eing?) en pos de convertir este espacio en un lugar de peregrinación musical, que eso ya me lo esperaba (¿modesto yo? El que más), sino porque lo he recibido de manos de dos auténticos cracks como son Bernardo de Andrés (Mi tocadiscos dual) y Tsi (pues eso, de Tsi-Nah-Pah y The Tiki Bar), blogueros que saben mucho más que yo de todo esto que llamamos música. Así que si lo dicen ellos, no les voy a llevar la contraria. Además a última hora me entero de que la sangre joven de La Edad del Kojak también piensa igual. ¡Gracias a vosotros también chicos!

Se supone que al recibir el premio hay que seguir una serie de pasos:

- Mostrar tu premio en el blog
- Anunciar tu premio con una entrada y agradecer a quien te ha nominado
- Nominar a quince blogs
- Poner un enlace a los blogs nominados y comunicárselo con un comentario
- Comentar siete cosas sobre ti

El primer punto será tachado en cuanto termine de escribir esta entrada. El segundo, como podéis ver, ya está cumplido. El quinto viene un poco más abajo pero el tercero y el cuarto... Bueno, digamos que he estado ojeando un poco y todos los blogs que quería nominar ya han recibido su merecido premio. La avaricia es un pecado capital, y no quiero ser partícipe de vuestro descenso a los infiernos (la pereza también lo es, lo sé, lo tengo apuntado).

Para que no digáis que no soy un dejado, aquí tenéis sobre cosas sobre mí que seguro que nadie se imaginaba (o sí, vete tú a saber):

1. Podría sobrevivir solamente a base de gazpacho, sopa de cocido con fideos y chocolate con leche. Sobretodo chocolate con leche.
2. Uno de mis pasatiempos favoritos es inventar grupos de música con todos sus datos: historia, miembros, discografía...
3. Tengo pánico a las alturas
4. El primer concierto al que acudí fue uno de Ricky Martin, con mi señora madre.
5. No tengo microondas en casa.
6. Juego en un equipo de fútbol 7.
7. Me gustó la versión de Smells like Teen Spirit de Pitingo.

Eso último es carne de titular. Espero que estén satisfechos.

20 de febrero de 2014

Por amor a la música: Rob Zombie - Hellbilly deluxe | ¿Truco o trato?

Llegamos al último asalto en la ronda de amoríos musicales de Por amor a la música. A punto estuvo de cerrarse repentinamente cuan Forrest se hizo, como se dice vulgarmente, la picha un lío y publicó el principio de la siguiente antes de que Nortwinds hiciera lo propio. Y a punto estuve yo de lanzarme al vacío, pero por suerte rectifiqué a tiempo. Así que ya tengo lista mi publicación de la semana que viene. Juas, juas, juas.

Ayer se pasaron por el Motel Bourbon (cinco estrellas de rock y otros menesteres) la pareja formada por Rob Zombie y Sean Yseult. Y mientras ellos practicaban sexo del duro en una de las habitaciones del último piso (básicamente porque no me los imagino en plan romántico) el bueno de Norty (te lo copio Pupi, me ha molado) nos ponía Gods on voodoo moon, el debut de unos White Zombie recién salidos del cascarón.

Me cae bien Rob Zombie. Lo veo un tío muy auténtico. Algo obsesionado con todo el tema de la serie B y lo sobrenatural, eso sí. Pero mejor él que Tim Burton. El problema es que sus trabajos con White Zombie no terminan de convencerme. Se me hacen un poco repetitivos.

Su carrera en solitario tampoco es que varíe mucho el estilo (algo menos de noise, algo más de groove... pero metal industrial al fin y al cabo) pero no sé, ese tufillo a bar de carretera, tanga de bailarina de streaptease y whiskey barato que no se apreciaba anteriormente me pone. Y mucho. Además, desde que tuve la suerte de verlo en directo le tengo aún más cariño. Así que eso, lo siento mucho por la señorita Yseult, pero Rob es Rob.

Vale, vale... Esta me la apunto.

13 de febrero de 2014

Por amor a la música: Herb Alpert's Tijuana Brass - Whipped cream & other delights | Jalapeños con nata

Mañana es San Valentín para algunos. Para ciertos sectores de la familia real y del politiqueo patrio es San Maletín. Para otros San Corte Inglés. Para mí es un viernes más y no pienso dejar que nadie me diga cómo de fuerte tengo que querer a mi parienta por muchos corazoncitos y tonterías varias.

Pero uno se debe a sus menesteres y en Por amor a la música, como ya sabréis, últimamente la cosa va de parejitas musicales que se conocían en el sentido bíblico de la palabra. Esta semana era el turno de Bernardo de Andrés y, tras mucho pensárselo (gracias al cielo) decidió que la aguja de su tocadiscos dual debía recorrer los surcos del Sun down lady de Lani Hall (no confundir con la película de Woody Allen) acompañada de desde entonces flamante marido Herb Alpert.

A pesar de que el trabajo de la señorita Hall con Sergio Mendes y sus Brazil 66 me atraía bastante, el nombre de Herb Alpert's Tijuana Brass hizo que mi corazón diera un vuelco. Y no sabía de su existencia hasta ayer por la tarde ¿eh? Pero leer "Tijuana" y "brass" en la misma frase me produjo un buen pálpito.

10 de febrero de 2014

Heptágono (ENERO 2014)

Terminado enero las cosas se ven de otra manera, al menos en mi caso. He tenido un mes muy movido por
razones variadas y, qué queréis que os diga, me apetecía hasta rutina. Echaba de menos sentarme delante de la pantalla del ordenador después de cenar a rebuscar entre mis blogs de referencia para traeros, una vez más, este cóctel sabroso e ilustrativo que es el heptágono. Siete sabores que espero sean del agrado de todos los consumidores y, si no, al menos paladeéis alguno con más ganas que los demás.

- En tiempos pretéritos de esta publicación, un servidor dedicó reseña y alabanzas a Eskorbuto. Y es que la banda y la figura de su líder, Iosu, siempre me ha parecido fascinante. Os dejo pues con un artículo de Álvaro Corazón Rural en Jot Down, mucho más sesudo y documentado (y por tanto más interesante) sobre los punkarras vizcaínos.

- Los nipones son una cultura curiosa. Sólo hay que indagar un poco para aprender que, a lo largo de su milenaria historia y especialmente durante el transcurso del último siglo, no sólo han mantenido sus tradiciones más antiguas, sino que han adapatado, fusionado y adoptado otros muchos iconos y costumbres traídas del exterior (y más en concreto del mundo occidental). Mención a parte merece su publicidad, con ese humor y esa falta de lógica tan atrayente como enervante. Lo llevan haciendo muchos años, como demuestran estos carteles del metro de las décadas 70 y 80 recopilados por Pink Tentacle y que nos mostraba Chibisake en Deculture.

- Bernardo de Andrés se está conviertiendo últimamente en un fijo de esta sección. Pero es que cuando menos me lo esperaba va y se casca un homenaje a Joe Hisaishi, el compositor de Ghibli, y a mí no me queda otra que reverenciarlo. Además, es la primera parte de este especial, así que no os extrañe encontrar la segunda por estos lares en cuanto la publique. Poco más tengo que decir, simplemente: ¡música maestro!

- Se acerca San Valentín y, yo que soy un romántico anticapitalista, me apetece dar un poco de mal fario. No os perdáis por nada del mundo esta genial infografía de Joe Berkowitz en Co.Create sobre todas las cifras que siempre quiso saber sobre rupturas y nunca se atrevió a preguntar.

- La mente de los niños es, si pudiera ser, aún más tortuosa que la de los adultos. Uno de los objetivos de El cristal oscuro, de Jim Henson y Frank Oz (grandes entre los grandes) era precisamente enseñar a los niños a pasar miedo. Conmigo lo consiguieron. Y sorprendenmente, quizás sea por eso por lo que recuerdo esta película con tantísimo cariño. Visionados posteriores me ayudaron a apreciar su calidad más allá de la moraleja. Sergio Benítez lo cuenta mejor que yo, así que me limito a subrayar cada punto y cada coma de su artículo en Blogdecine.

- Cuando hace un par de años me metí a fondo en la discografía de Black Sabbath, descubrí de paso multitud de grupos que habían influenciado a los de Birmingham y a otros exponentes del occult rock. Coven se merecen una página exclusiva en esa historia y por eso he elegido este magnífico artículo de Cronopio en Hipersónica para rendirles tributo. Larga vida a Jinx Dawson.

- Por último, y no por ello menos importante, os dejo otro homenaje a una de las personas que más admiro en el mundo y uno de los culpables de que a día de hoy me dedique a la informática. Tim Schaffer, el rey de las aventuras gráficas, que vuelve a la carga con un Broken age que pienso devorar en cuanto tenga oportunidad. Imprescindible artículo de Juan Carlos González en Xataka. ¡Mirad, un mono de tres cabezas!

8 de febrero de 2014

Le temàzo XXIX: Deep Purple - Burn

Lo prometido es deuda. El otro día dije que no iba a hablar de Ritchie Blackmore porque Burn se merecía la categoría de "temàzo" y aquí lo tenéis.

¿Es la MK III la mejor formación de Deep Purple? Pues la verdad, supongo que esto es como todo, que va por barrios. Pero a mí un grupo en el que estaban juntos cinco monstruos como son el reseñado Blackmore, mago de las seis cuerdas, Jon Lord, ARCHIMAGO de las teclas, Ian Paice, bestia parda a la batería dónde os haya, Glenn Hughes, carisma y talento a partes iguales, y David Coverdale, la voz y el paquete apretado más veteranos del hard rock, pues qué queréis que os diga, que me mojo entero.

Y mucho más con composiciones tan disfrutables como esta. Reconozco que la descubrí tarde y que todo se lo debo a uno de mis amigos, que llevaba de tono de móvil el sólo de teclado de Lord (asín de freak es el muchacho). La carta de presentación al mundo de la nueva formación lo tenía todo: ritmo arrasador, riff potente, estribillo pegadizo, sólos virtuosos... Vamos, que si tu te haces un manual de cómo debe ser una buena canción de rock, este tema debería marcar el ABC.

Voy a poner esta versión en directo del 74 en California (¿gira del Stormbringer? puede ser) porque además de ser casi calcada a la versión de estudio, tiene un detalle que me encanta. Sí, lo habéis adivinado: los pantalones de Glenn Hughes.

5 de febrero de 2014

Por amor a la música: Omar Rodríguez-López - Solar gambling | Caricias de peyote

¡Hola corazones! Por amor a la música se tiñe una vez más de "rosa" para hablar de parejas musicales que hayan compartido escenario y colchón. Varios nombres se me pasaron por la cabeza pero los deseché por ser poco atractivos a nivel de variedad (siempre pienso en vosotros). Así que finalmente y tras comprobar que ambos protagonistas me ofrecían una perspectiva más halagadora. ¡Demos la bienvenida al matrimonio formado por Omar Rodríguez-López y Ximena Sariñana!

No tengo fechas claras para acotaros su tiempo de relación, pero creo que podría decir sin temor a pillarme los dedos que más o menos estuvieron juntos tres años, desde 2009 hasta 2012, hasta que, según cuentan las malas lenguas, el difícil carácter de Rodríguez-López acabó con la paciencia de Sariñana... Ximena, querida, yo que no he cruzado una palabra con él en mi vida me puedo imaginar cómo es, así que no te quejes.

3 de febrero de 2014

Por amor a la música: Helloween - Keeper of the Seven Keys, The legacy

Vale. Antes de que os pongáis tiquismiquis he de decir en mi defensa que he tenido una semana de perros. Mucho curro, mucho calor y mucho estrés. Así que cuando vi que Josi ponía en el candelero al señor Ritchie Blackmore y a su señora (quién la pillara por banda, ay, quién) Candice Night, dos canciones me vinieron a la cabeza casi instintivamente: Burn, de aquella maravillosa MK III de Deep Purple y, puede que menos conocida pero una de mis debilidades, Light the universe de Helloween en colaboración con la señora Blackmore-Night.

Como la primera es más adecuada para uno de mis "temàzos", creo que voy a tirarme por la segunda. Me hubiera gustado comentar algo en lo que participaran los dos, pero lo poco que he escuchado de Blackmore's Night me parece insufrible y el Stranger in us all ya lo ha cogido Nortwinds (otra vez, ejem, ejem). Puestos a elegir, también hubiera preferido algo que involucrara únicamente a Candice (madre mía, si es que está que se rompe la tía) pero, buf, ese disco en solitario, Reflections, tiene toda la pinta de pastelada monumental y creo que paso. Así que aún a riesgo de salirme por la tangente una vez más, me quedo con el tema de Deris y los suyos.