En fin, sea como sea, y aunque no se puede comparar, yo vengo otro mes a hablar de las novedades discográficas, que espero que os refresquen tanto o más que un delicioso granizado de limón con granadina... Tengo que dejar de hacer estas comparaciones, me suenan demasiado a cuña publicitaria de radio veraniega.
Empezamos con The Offspring. Porque ¿hay algo más veraniego que una buena dosis de rock californiano? No lo creo. Days go by es un perfecto revulsivo contra el hastío estival, con sus ritmos cañeros y sus melodías pegadizas. Nada nuevo bajo el sol y de hecho, en algunos momentos caen en el peligroso recurso del autoplagio. Un disco compacto que se bebe de un trago y que se disfruta por su brevedad y potencia, pero que en muchos momentos peca de mediocre. Dexter Holland y los suyos han olvidado ese punto de madurez que alcanzaron el antecesor de este álbum y en mi opinión, ha sido un error. No obstante, trabajo más que correcto para uno de los pocos (por no decir los únicos) supervivientes de un estilo que se quedó en el lavabo, junto con los granos de miles de adolescentes americanos. ★★★
La fría Suecia recogió el testigo del rock sucio cuando en Los
Ángeles comenzaron a interesar más los devaneos de Britney con las drogas que
las guitarras eléctricas. De aquella hornada de bandas dispuestas a reivindicar
lo que se perdió en detrimento de las barbies geriátricas, The Hives escogieron
el punk clásico, ese que no tenía complejos en reconocer que destrozaba su
admirado blues, para llevarlo por bandera. Con Lex Hives sigue la fiesta, rock
del que rompe caderas y que no se escucha bien si no es en un garito a media
luz, con las paredes pintarrajeadas y una cerveza en la mano. Aquí se
distorsiona todo y se canta como sin querer hacerlo. Y eso es precisamente lo
que convierte cada canción de estos locos garajeros en un maldito himno. ★★★
Rush se lo ha tomado con mucha calma para sacar este Clockwork
angels. Dos años después de que se publicara Caravan como primer single, los
reyes del rock progresivo (los reyes vivos, quiero decir) vuelven a la carga
con una fuerza sorprendente, llegando algunos a calificar el álbum como lo
mejor de la banda en treinta años. Mis conocimientos no me permiten realizar
una afirmación tan categórica, pero desde luego que suena magnífico. Los
canadienses, a pesar de que ésta es su decimonovena referencia, suenan con un brío que ya quisieran muchos jóvenes. Melodías que oscilan con
suavidad entre la luz y la oscuridad, con ese bellísimo regusto melancólico y
épico al que estamos acostumbrados, pero que suena potente casi desde el primer
momento. Geddy Lee, Alex Lifeson y Neil Peart han venido para recordarnos por
qué llevan cuarenta años llenando estadios y por qué van a seguir haciéndolo. ★★★★
Que a Billy Corgan el consumo de estupefacientes le ha pasado factura
no es ningún secreto. Sólo a un colgado (o un genio) como él se le podía ocurrir
organizar un proyecto como el mastodóntico Teargarden by kaleidoscope, con sus
cuarenta y cuatro canciones. Aunque lo cierto es que Oceania podría tratarse
perfectamente como un álbum fuera de todo ese follón. The Smashing Pumpkins
siempre han tenido algo, no tengo muy claro el qué, pero ahí está. Quizás sean
esos riffs elásticos y saturados, quizás sea esa sensación agridulce que te
dejan sus temas y que podrían perfectamente poner la banda sonora a cualquier
momento de tu vida. O quizás simplemente sea que siguen siendo únicos en su
especie y que nadie sabe hacer del pesimismo un arte, y menos con tanta delicadeza. ★★★✩
Decía Joe Duplantier, vocalista y líder de los franceses Gojira, que L'enfant sauvage, iba a ser un disco de temática mucho más personal y algo alejado de su habitual espíritu de defensa medioambiental. Si alguien esperaba que este cambio de rumbo se reflejase en su música con temas más tranquilos, es que no conoce lo suficiente esta banda. Casi desde el primer segundo sus riffs pesados como el mismísimo plomo machacan tus oídos y los ritmos frenéticos se alternan con otros densos y exhasperantes. No apto para todos los paladares, pero un auténtico lujo si no os asusta sumergiros en los oscuros y ácidos pensamientos del niño salvaje. ★★★
Pues hasta aquí el repaso queridos shurlectores. Que no se os derrita el cerebro y que los mosquitos no se pongan las botas convuestra sangre.
¡Un abrazo!
Este es el significado de las calificaciones. Obviamente son de carácter personal, pero... cojones, ¡todo este blog está basado en impresiones personales!
- ★★ Regular. No perdéis nada por darle una escucha, pero tampoco por no dársela.
- ★★★ Bien. Puede que os guste o no, dependiendo del tipo de música al que esteis acostumbrados.
- ★★★★ Recomendable. Es altamente probable que engrose vuestra lista de discos pendientes.
- ★★★★★ Crema. Para bajárselo sin dudar y, si dispones de monetario, comprarlo.
- ✩ Representa que la puntuación está entre la que indican las estrellas negras y la siguiente.
7 comentarios:
Tendré que escuchar el de The Hives. Este verano parece que no te veré el pelo entonces, ¿no?
Igual me paso una semana en agosto... Pero si no se nos cuadran las fechas, lo más probable es que no
¿smashing pumpkins a estas alturas? buff no sé, prefiero a homer machacapankis
¡gracias por las recomendaciones!
Los Smashing siempre grandes, hay que darles oportunidades, quien lo haga descubrirá un gran disco
Voy a por el de Rush y el de los Hives. A Offspring conseguí verles, un poco, en el Sonisphere y ver esos grandes éxitos de la adolescencia en directo tuvo su aquel pero hace tiempo que dejaron de interesarme.
Saludos!
Acá hace bastante friecito y mucha lluvia. Pero igual me he calentado con tu entrada... ahorita te escribo y estoy moviendo el esqueleto con la música a todo volumen... jijijiji! Excelente.
Abrazos y cariños desde Perú!
Totalmente de acuerdo con Rush, discazo, el de Hives en cambio no me dice nada, hace demasiado tiempo que dejaron de decirme algo los suecos, lo demas lo escuchare con atención.
Saludos.
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