¿Qué hay más jevi que una camiseta de Iron Maiden? Nada. Bueno, puede que una lluvia de hachas. Pero aún así, todo el mundo sabe que si eres jevi de verdad (nótese que digo jevi, no heavy, porque decir jevi es mucho más jevi) tienes que tener una camiseta de los Maiden. Dos, casi mejor. Y una de los Manowar. Y una sudadera de Metallica. Yo, aunque normalmente mis incursiones por aquí no lo demuestren, soy muy jevi. Aunque en realidad no tanto, ahora que lo pienso. Porque no tengo una camiseta de los Maiden. Y ya no llevo el pelo largo. Y no me gusta Manowar.
Bueno, pero no necesito ser un jevi de pelo en escroto para admirar a los incombustibles Iron Maiden. Ya os conté lo que disfruté viéndolos en directo el verano pasado y el otro día me dije: tío, hay que hacer una entrada de esta gente. Además, me pareció muy mal que no se les invitara a la gala de clausura de los Juegos Olímpicos. Ya sé que no es un estilo "asequible" al gran público, pero si dejaron a la hija de perra de Jessie J cargarse un tema de Queen, no les habría costado nada dejar que salieran ellos a tocarse un par de temas medianamente conocidos. Porque además, y corregidme si me equivoco, pero creo que pocos grupos han llevado el nombre de Reino Unido (y enarbolado su bandera) con tanto orgullo como estos chicos (puede que los Who y los Saxon, pero para de contar). Y joder, que además son londinenses.
Que las doce plagas del Eddie faraónico se los lleven.
En enero de 1984 y tras una gira que los había llevado durante medio año por toda Europa y (por primera vez) los Estados Unidos, la banda se reunía en Jersey, dónde escribirían la mayoría de las canciones que poco después grabarían en los estudios Compass Point, en Nassau (Islas Bahamas), dónde además de dar forma a su quinto álbum, se pusieron hasta el culo de beber daiquiris de plátano.
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| Que nadie llame a la protectora de animales. No es un chimpancé travestido. |
Precisamente fue durante esa gira cuando comenzaron a utilizar el archiconocido discurso de Churchill ("We shall fight on the beaches...") como introducción para la increíble Aces high. Una canción que calienta sus motores con guitarras resonantes y que entra en ignición con un ritmo estratosférico en el que los dedos de Dave Murray, Adrian Smith y Steve Harris (oh, gran maestro) se mueven a la velocidad de la luz, emulando las piruetas temerarias de ese piloto de la RAF británica en plena batalla con los aviones de la Lutwaffe. Y por si no fuera suficientemente épico todo (y muy patriótico, por otra parte), ahí está Bruce Dickinson aumentando progresivamente el tono del estribillo.
Sólo quedan 2 Minutes to midnight, y qué mejor manera de aprovecharlos que en compañía de las increíbles líneas de bajo de Harris o las acojonantes guitarras de Smith y Murray y ese estribillo que repetiríamos hasta la saciedad, clamando que se acerca el fin del mundo. Antes decía lo de las camisetas, pero ¿no es más jevi incluso dedicarle una canción al momento en el que el planeta casi se va a la mierda cubierto por enormes nubes de hongo radiactivas?
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| ¿Se nota mucho que soy bajista y amo a Steve Harris por encima de todas las cosas? |
Más velocidad, más leña al fuego. Flash of the blade tiene una guitarra chillona e intermitente que se te clava en el cerebro y tensa tus músculos. Una historia espadas manchadas de sangre en defensa del honor, de un tiempo en el que una palabra más alta a quién no debieras podía costarte la vida. En la misma línea argumental, aunque no sonora, continúa The duellists. Increíble trabajo de Harris, y sobresaliente pasaje instrumental, con las guitarras evocando estocadas y fintas en algún burdel. Una pena que el resto del tema resulte tan trillado. Trillado ahora, claro, en aquel momento debía sonar del copón, pero hoy en día hay tantos grupos que han intentado ser Iron Maiden, y otros tantos que no han escondido sus clarísimas influencias, que resulta repetitivo.
Me fascina el comienzo de Back in the village, con esas guitarras siderales. Rápida, ágil, con un riff intrincado y una historia de locura y violencia, de banderas blancas hechas jirones y pueblos arrasados, de la maldad que envenena incluso a los hombres en la guerra. Tralla de la buena, de la que le gusta a un servidor.
Épica hasta la médula, Powerslave, con sus ritmos orientales, nos coge con su mano helada y nos hace bajar hasta las profundidades más oscuras de las pirámides. Su melodía tétrica nos habla de dioses místicos y antiguos, del miedo a la muerte, de la desesperación de un faraón que en el ocaso de su vida, se percata de que todo el poder no le servirá de nada y terminará siendo pasto de los gusanos, como todos los esclavos que perecieron construyendo su mastodóntica sepultura. Joder, qué bien escribo cuando me lo propongo. El sólo es caviar iraní del caro: suaves acordes que eclosionan en un potentísimo recital guitarrero.
Se cierra el álbum con esa pequeña obra de arte que es Rhime of the ancient mariner. Basado en el poema homónimo de Samuel Taylor Coleridge (de hecho, hay algunas partes de la estrofa totalmente transcritos). La historia de un marinero que navegando hacia la Antártida mata un albatros y enfurece a los dioses, provocando que la propia muerte vaya a visitar su barco en busca de las almas de sus hombres... El final no me queda muy claro, pero creo que lo rescatan unas sirenas (en serio). De las tres partes bien diferenciadas que componen el tema, me quedo sin lugar a dudas con la central: esas notas tenues y distorsionadas, casi disonantes, ese bajo profundo y oscuro como el mismísimo fondo del océano y esas voces susurrantes, con ese aura de alucinación en el que casi puedes ver en cubierta a la parca, jugándose a los dados las vidas de tus compañeros bajo una luz verdosa y mortecina.
Me despido de vosotros alzando los dedos índice y meñique, como buen jevi.
Hasta otra, carrozas.




Comentarios
De Iron maiden casi que no digo nada porque los conozco poquísimo. "powerslave" y "2 minutes to midnight" y poco más..
besos
Saludos.
Entrando en el disco, soy mucho más de la etapa de Blaze o de Paul Di Anno, pero es que la época ochentera de Iron Maiden fue excepcional, mucho mejor que la de esa banda que muchos reverencian y sólo sirven para fregar llamada Metallica. Besis.
Qué temazo es Two Minutes To Midnight. Algún día contaré una anécdota relacionada con esa canción.
que buena musica se escucha aca apenas ingreso... estos violines me pierden.
A mi tambien me gustan los legendarios Iron Maiden y el Aces High con su potencia me hace volar la peluca, excelente.
Ah, y decirles ademas que me mate de risa con el epigrafe que dice algo asi como no llamen a la sociedad protectora de animales: no es un chimpance travestido, jajajajajaja! XD
Un abrazo.
A+
Appetite for Destruction
Gran entrada, grandes muy grandes los Maiden
Yo tampoco llevo ahora el pelo largo, pero el alma sigue siendo de rock and roll
He disfrrutado como un enano de neuvo escuchando estos monstruos
mil graciassssss