Qué malas son las vacaciones en el pueblo. Viene uno con toda la intención de no perder el norte y... Puf. Tus amigos se encargan de dinamitar esa intención a base de cervezas y paellas en el campo. Y claro, uno no es de piedra.
Pero bueno, ya estoy otra vez aquí. Vuelvo con un temazo que pincharon la otra noche en un garito al que solemos ir y que hacía mucho tiempo que no escuchaba. Y se la quiero dedicar a mi panda murciana, porque valen su peso en oro y porque, aunque sé que a veces parece que no me acuerdo de ellos, sí que me acuerdo, y mucho.
Así que levantad vuestras copas, brindad y bailad, porque el "celtic punk" (siempre me ha parecido curioso y muy disfrutable este estilo) de Flogging Molly y su Drunken lullabies, sacado del disco homónimo. Vamos, vamos. ¡Ni depresiones post-vacacionales ni ostias!
Pero bueno, ya estoy otra vez aquí. Vuelvo con un temazo que pincharon la otra noche en un garito al que solemos ir y que hacía mucho tiempo que no escuchaba. Y se la quiero dedicar a mi panda murciana, porque valen su peso en oro y porque, aunque sé que a veces parece que no me acuerdo de ellos, sí que me acuerdo, y mucho.
Así que levantad vuestras copas, brindad y bailad, porque el "celtic punk" (siempre me ha parecido curioso y muy disfrutable este estilo) de Flogging Molly y su Drunken lullabies, sacado del disco homónimo. Vamos, vamos. ¡Ni depresiones post-vacacionales ni ostias!
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