Por fin esta semana en Por amor a la música puedo hablar de algo de lo que controlo un poco más. Pupilo nunca me falla y por eso el reto esta vez es el de encontrar un disco en solitario de un miembro de Guns N' Roses.
Puesto que nuestro anfitrión ha elegido a Izzy Stradlin, mi gunner favorito, y aunque Slash siempre es digno de que sus trabajos aparezcan por aquí, me he dejado llevar por mi corazoncito de intento de músico y por eso hoy tengo bajo el brazo Believe in me, primer trabajo de Duff McKagan al margen de las pistolas y las rosas.
En 1993 y poco menos de dos meses antes de las salida de The spaghettu incident? (en el que Duff ya tomaba las riendas del micrófono en cuatro canciones, incluida la celebrada Attitude de los Misfits), el bajista de Guns N' Roses comenzaba su carrera en solitario con este Believe in me.
Aquí se dan cita los dos grandes estilos de la vida de Duff McKagan: su adorado punk y el hard rock que tantas alegrías le había dado. Aunque todos sabemos que Guns N' Roses ya hacían algo parecido, aquí la fusión se polariza solo un poquito, presentando temas intrínsecamente punkarras (Punk rock song, obviamente o la balada ramonera I love you) y otros en los que lo único que no termina de cuadrar es la mejorable pero más que carismática voz de Duff, como la épica Man in the meadow o la preciosa 10 years.
A pesar de que el propio Duff se encargó de grabar todos los instrumentos, no iba a estar sólo en esta aventura y mucho menos siendo la primera. Mención aparte merecen las (numerosas) colaboraciones: Duff se rodeó de sus compañeros de banda y de más de un amigo para que pusieran su granito de arena en este disco.
Ahí está Slash dándolo todo en ese pepinazo que abre el disco y de título homónimo, Matt Sorum (el gunner preferido de nadie) y Jeff Beck en la hormonada (Fucked up) Beyond relief, Dizzy Reed "orquestando" magistralmente Could it be U, Lenny Kravitz dando la campanada y algún que otro berrido en The majority, Sebastian Bach en la purista Trouble o el rapeo que se marca Doc Newmann (no me preguntéis quién es, pero tiene un vozarrón que quita el hipo) en Fuck you.
Slash y Beck repiten en Just not there (que tiene ese sonido tan hard rock de nueva escuela, muy cercano al escandinavo) y la peligrosa e imparable Swamp song, personalmente mi favorita de todo el disco.
Un disco que captura el espíritu de unos Guns N' Roses que ya veían demasiado cerca el asesinato del grupo a manos de los egos de Rose y Slash, pero con ese punto de vendedor de pirulas en el CBGB que tiene Duff McKagan.
Recordad, believe in Duff!
Puesto que nuestro anfitrión ha elegido a Izzy Stradlin, mi gunner favorito, y aunque Slash siempre es digno de que sus trabajos aparezcan por aquí, me he dejado llevar por mi corazoncito de intento de músico y por eso hoy tengo bajo el brazo Believe in me, primer trabajo de Duff McKagan al margen de las pistolas y las rosas.
En 1993 y poco menos de dos meses antes de las salida de The spaghettu incident? (en el que Duff ya tomaba las riendas del micrófono en cuatro canciones, incluida la celebrada Attitude de los Misfits), el bajista de Guns N' Roses comenzaba su carrera en solitario con este Believe in me.
Aquí se dan cita los dos grandes estilos de la vida de Duff McKagan: su adorado punk y el hard rock que tantas alegrías le había dado. Aunque todos sabemos que Guns N' Roses ya hacían algo parecido, aquí la fusión se polariza solo un poquito, presentando temas intrínsecamente punkarras (Punk rock song, obviamente o la balada ramonera I love you) y otros en los que lo único que no termina de cuadrar es la mejorable pero más que carismática voz de Duff, como la épica Man in the meadow o la preciosa 10 years.
A pesar de que el propio Duff se encargó de grabar todos los instrumentos, no iba a estar sólo en esta aventura y mucho menos siendo la primera. Mención aparte merecen las (numerosas) colaboraciones: Duff se rodeó de sus compañeros de banda y de más de un amigo para que pusieran su granito de arena en este disco.
Ahí está Slash dándolo todo en ese pepinazo que abre el disco y de título homónimo, Matt Sorum (el gunner preferido de nadie) y Jeff Beck en la hormonada (Fucked up) Beyond relief, Dizzy Reed "orquestando" magistralmente Could it be U, Lenny Kravitz dando la campanada y algún que otro berrido en The majority, Sebastian Bach en la purista Trouble o el rapeo que se marca Doc Newmann (no me preguntéis quién es, pero tiene un vozarrón que quita el hipo) en Fuck you.
Slash y Beck repiten en Just not there (que tiene ese sonido tan hard rock de nueva escuela, muy cercano al escandinavo) y la peligrosa e imparable Swamp song, personalmente mi favorita de todo el disco.
Un disco que captura el espíritu de unos Guns N' Roses que ya veían demasiado cerca el asesinato del grupo a manos de los egos de Rose y Slash, pero con ese punto de vendedor de pirulas en el CBGB que tiene Duff McKagan.
Recordad, believe in Duff!

Comentarios
Muy buen 'post' compañero de juego, un honor 'no fallarte', sabía que si no escogía a los Guns muy probablemente lo harías tú pero entre Dennis Wilson (Beach Boys), Keith Richards, Keith Moon, Nikki Sixx e Izzy irremediablemente me quedé con este último puees "117º" es una puta joya.
saludos
A+