
En la pletina del Tocadiscos Dual de Bernardo sonaban Oh, how we dance y Short cut draw blood de Jim Capaldi, con el genial percusionista Rebop Kwaku Baah. Toma clave, percusionistas de jazz en discos/temas de pop/rock.
Comenzaba mi búsqueda con el miedo que me invade últimamente cada vez que empieza la ronda. Veremos a ver si encuentro algo, pensaba desazonado. Sorpresa mayúscula la mía, cuando tras revisar tan sólo los nombres y trabajos de los tres o cuatro primeros nombres, mi lista de posibilidades subía como la espuma. Me embargó la emoción y también una sensación de que, joder, a ver ahora cómo me decido.
Tres nombres llevaban todo el peso: Álex Acuña, Paulinho da Costa y Luis Conte. Casualidad (o no), todos sudamericanos. Todos con un plantel de colaboraciones bien variado e interesante. Así que al final, la decisión ha sido puramente técnica. Da Costa, con su interminable lista de participaciones, resulta al final más un batería de estudio que ha tocado jazz que uno de jazz que toca en estudio. Y Conte, a pesar de haber tenido mucha relación con el jazz fusión, es predominantemente un percusionista de música latina (sea la que sea). De manera que el flamante "ganador" fue Álex Acuña.
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Ja, ja, ja, ja. Mistetas, dice. |
Peruano, nacido en 1944 y el punto de inflexión de su carrera llega en 1974, cuando se traslada a Las
Vegas (donde trabaja con gente como Elvis o Diana Ross) y sólo un año más tarde, entra a formar parte de los ya míticos Weather Report. Tras dos álbumes con la formación, Acuña se marcha a California para convertirse en músico de sesión. Es entonces cuando su nombre empieza a sonar con fuerza y Álex Acuña se convierte en sinónimo de calidad tanto para la batería como para la percusión. Desde entonces, entre sus trabajos, podemos encontrar nombres de la talla de Paul McCartney, Joni Mitchell, Al Jarreau, U2, Ella Fitzgerald, Chick Corea, Lindsey Buckingham, Plácido Domingo, Herbie Hancock, Beck, Santana, Roberta Flack, Peter Gabriel, Willie DeVille...
Y Opeth. Mi mandíbula rozó peligrosamente el suelo cuando descubrí que Álex Acuña era el encargado de ponerle la percusión a Famine, séptimo corte de Heritage, el último disco hasta la fecha de la banda de Mikael Åkerfeldt (banda por decir algo, todo mundo sabe que Opeth es Åkerfeldt).
La verdad es que hacía años (muchos, pero muchos, muchos) que no escuchaba a Opeth. Desde aquel Blackwater park, clásico en la discografía de los de Estocolmo, lo que había catado eran ciertos ratos de aburrimiento en Spotify una de esas tardes que me apetecía explorar. Por eso de nuevo otra sorpresa cuando al enchufar Heritage me di cuenta de que el metal progresivo (en algunos casos ni siquiera metal, puro rock progresivo y en ciertos momentos el jazz fusión es más que patente) se había hecho dueño del cotarro, dejando a un lado el death y el black metal que lo envolvían todo en sus anteriores trabajos.
Famine es un tema curioso. Comienza con un pasaje de inspiración africana y oriental, muy tenue pero muy acongojante en el que Acuña toma el mando de la percusión para dar paso al piano y la voz de Åkerfeldt, compungida. La cosa se va de madre después con un riff de guitarra magistral, una batería imparable y un hammond (omnipresente en casi todo el álbum), bajando y subiendo de nuevo, con Acuña tomando mayor o menor protagonismo, lo mismo que se podría decir de la tétrica flauta de Björn J:son Lindh. Los últimos minutos, la música se arrastra como una plaga, como esa hambruna a la que va dedicada la canción, creando una atmósfera que, sin ser especialmente densa, consigue oprimirte.
El resto de Heritage es, como ya he dicho, metal progresivo de bella factura y ambientes oscuros, con una instrumentación milimétrica. Y aunque sea sólo por el tema homónimo que abre el disco, The devil's orchard y Folklore, deberíais escucharlo.Un servidor echa de menos esos flirteos con el sonido más extremo (algún que otro gutural de Åkerfeldt) pero lo que no se puede negar es que Opeth son (y esperamos que sigan siendo) una de las referencias en el progresivo actual. ¡Hasta la semana que viene!
PD: Si alguien conoce y/o se escucha el disco completo, decidme por favor que no estoy loco y que Folklore no parece una versión actualizada de Aqualung.
Comentarios
Por cierto, menudo curriculum de colaboraciones, WOW!, Acuña también es un crack. Postazo!
A+