
Aunque a alguno os pueda parecer extraño, me gusta Journey. No soy mucho de AOR (probablemente fuera de estos nada) pero el grupo de Neal Schon (lo nombro a él por aquello de haber sido el único miembro inamovible de la alineación de los de San Francisco) tiene un buen puñado de canciones y discos que me tocan la fibra. Puede que sea por esa epicidad pastosa, romanticona y festiva con la que dotan casi todos sus grandes éxitos, o porque la voz de Perry (Steve, no el ornitorrinco), vocalista durante mi época favorita de Journey, me parece soberbia. Y tampoco es que sean nada del otro mundo, ya lo sé. Pero oye, que me molan. A mi me pones un Don't stop believin', un Separate ways (Worlds apart), un Lovin', touchin', squeezin' o un Faithfully y me pongo tontorrón. Y por supuesto (redoble de tambores, sé que lo estabais esperando) este Anyway you want it, perteneciente al que sería su sexto disco de estudio, Departure. Un delicioso himno que no debería faltar en ningún recopilatorio de nochevieja para animar a la peña como sólo sabían hacer en los ochenta. Échale una moneda a la gramola y que empiece el espectáculo.
Lo que nunca me imaginé es que los chicos de Rise Against, straight edge hasta la médula, vegetarianos, activistas y revolucionarios, iban a sacarse de la manga una versión de Anyway you want it como bonus track de su Revolutions per minute (y recogida ahora en el recopilatorio Long forgotten songs). Aquí la voz excesiva de Perry y esa opulencia heredada de los setenta que aún se respiraba en la banda (mirad el vídeo de más arriba si no me creéis) para transformarse en un himno completamente diferente, algo sucio y desgarbado, más contundente y cercano a esa breve historia de amor que narra la canción, tan sencilla que parece verdadera.
Escuchen. Comparen. Y elijan su preferida. Pero disfruten ambas.
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http://www.youtube.com/watch?v=Yafb9IRFqLs