¡Hola corazones! Por amor a la música se tiñe una vez más de "rosa" para hablar de parejas musicales que hayan compartido escenario y colchón. Varios nombres se me pasaron por la cabeza pero los deseché por ser poco atractivos a nivel de variedad (siempre pienso en vosotros). Así que finalmente y tras comprobar que ambos protagonistas me ofrecían una perspectiva más halagadora. ¡Demos la bienvenida al matrimonio formado por Omar Rodríguez-López y Ximena Sariñana!
No tengo fechas claras para acotaros su tiempo de relación, pero creo que podría decir sin temor a pillarme los dedos que más o menos estuvieron juntos tres años, desde 2009 hasta 2012, hasta que, según cuentan las malas lenguas, el difícil carácter de Rodríguez-López acabó con la paciencia de Sariñana... Ximena, querida, yo que no he cruzado una palabra con él en mi vida me puedo imaginar cómo es, así que no te quejes.
Omar Rodríguez-López, nacido en Puerto Rico pero criado en El Paso (Texas), es conocido mundialmente por haber sido guitarrista de dos grupazos como At the Drive-In y The Mars Volta (amén de frontman, pues Cedric Bixler-Zavala y él eran una especie líder bicéfalo), pero su discografía, tan prolífica como variada, abarca veintinueve discos en solitario desde 2004 (con distintos acompañantes), grupos de estilos tan variados como De Facto, Le Bucherettes, Startled Calf o Bosnian Rainbows, colaboraciones con gente como Jeremy Michael Ward, Damo Suzuki, John Frusciante o Calle 13 y varios trabajos como productor para otros artistas. Casi nada ¿eh?
Por su parte Ximena Sariñana saltó a la palestra internacional musical con Mediocre, su primer trabajo, allá por 2008. Un disco de indie pop almizclado con numerosos otros sabores como el latin jazz o el folk que se convirtió en disco de oro en poco tiempo y dos nominaciones a los Grammy Latinos le valieron para estar en boca de todo el mundo. Pero antes de eso Ximena, es hija del cineasta Fernando Sariñana, ya era toda una pequeña celebridad como actriz en su México natal, debutando muy jovencita y llevándose un buen puñado de premios, aunque por aquel entonces ya compaginaba la actuación con la música, su verdadera pasión desde que viera cuando era chiquitita a Ella Fitzgerald.
De como se conocieron Ximena y Omar no tengo más datos. Y mira que lo he buscado ¿eh? Pero nada. Sólo encuentro páginas de fangirls y fanboys de uno y otro lado comentando lo adorables que eran (que lo eran, por otra parte) o artículos en los que se habla ya en pasado de su relación. Lo que sí os puedo decir es que Ximena participó como vocalista en varios trabajos en solitario de Omar (cinco, para ser exactos) y además lo acompañó a las voces durante la gira de este con su banda en 2009.
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¿Soy al único que le pone a mil la carita inocentona de la señorita Sariñana? |
Solar gambling fue una de esas colaboraciones y también vio la luz en 2009, acompañado por otros (ojo, que va) cuatro discos más: Megaritual, Despair, Cryptomnesia y Xenophanes, además del Octhaedron de The Mars Volta y Los sueños de un hígado, directo que resume la gira realizada junto a Sariñana. Todo queda en familia pues, además de la parejita, el hermanísimo Marcel Rodríguez-López se encarga de acompañar con los sintetizadores. Cierran la formación Deantoni Parks y Chucho Pérez, encargados de la batería en distintos cortes.
En líneas generales y puesto que supongo que la mayoría estaréis familiarizados con el sonido típico de The Mars Volta (aunque sea sólo de pasada) sólo he de anotar que aquí, al tratarse de un proyecto mucho más personal, es incluso más extraño de lo habitual. Desarrollos que pasan de cero a cien en tres segundos para volver de nuevo a la tranquilidad de repente, melodías disonantes que alteran lo incomprensiblemente intrincado con lo efectivamente simple, distorsiones ambientales, arreglos tenues y esa sensación que siempre dejan las composiciones de Rodríguez-López y toda su pandilla de que te estás perdiendo alguna especie de chiste privado al escuchar la letra (o simplemente al leer los títulos), compuestas en su totalidad por Sariñana. Una auténtica delicatessen opiácea.
No cuento más, básicamente porque no se me ocurre nada más que decir, y el rock progresivo es como el arte moderno, cada uno que lo escuche lo entenderá de una manera. En cualquier caso, espero que lo disfrutéis.
Comentarios
Todo un reto escuchar este disco, supongo que para odidos inquietos.
GO FOR IT!!!
A+