
Sabéis que no soy muy dado a hacerme eco de noticias musicales pero esto me ha parecido tan jodidamente brutal que no he podido evitarlo. El enfant terrible del pop internacional vuelve a la carga y lo hace de una manera que ni la mente del guionista más drogadicto podía imaginar.
Kevin Shields, mundialmente conocido por ser el ánima máter de My Bloody Valentine, ha acogido bajo sus alas a la estrella adolescente (ya no tan adolescente a decir verdad) y mano a mano han preparado un disco que tiene prevista su fecha de salida el próximo día 14 de febrero. San Valentín, por si alguien anda un poco desorientado. Todo muy poético.
El origen de tan curiosa colaboración (que en palabras del propio Shields, "espera que dure muchos años") tiene su origen en una fiesta celebrada el pasado mes de mayo en Londres en la que coincidieron ambos "artistas" (lo pongo entre comillas porque aún me cuesta considerar a Justin Bieber como tal). En ella Bieber se le acercó y le comentó a Shields que llevaba varias semanas obsesionado con el Loveless de su banda y que le encantaría algún día hacer algo tan grande, algo que Shields acogió con regocijo. Dos meses después Bieber le envió a Shields una serie de maquetas para conocer su opinión. Shields, perfeccionista hasta la médula, contestó que "no estaban mal" pero que se podían mejorar. Al canadiense no le sentó muy bien la respuesta pero a los pocos días Shields devolvió la pelota a su tejado y se ofreción como productor de su nuevo disco.
Aunque al principio se mostró reacio (recuerdo que Bieber había anunciado que se retiraba de la música, aunque no especificó el tiempo de descanso) ya que sólo había grabado esas maquetas de manera recreativa, pero un persuasivo Shields acabó por convencerlo.
El próximo día 1 saldrá el primer adelanto de este trabajo al que han bautizado como Backwards y que, según Bieber, "soy yo, totalmente desnudo", con un sonido más íntimo y atmosférico que el de sus anteriores álbumes. "No pretendíamos que sonara totalmente distinto" afirma Shields, "pero la producción y las melodías han hecho que Justin se exprese de otra manera" y avisa que "probablemente no guste a sus antiguos fans, pero deberían darle una oportunidad a esta faceta más madura". Además de Shields, coautor en la mayoría de los cortes, en Backwards han colaborado también Wayne Coyne (The Flaming Lips), Black Francis (sí, el de Pixies) y Zach Gray, de Lotus Child y The Zolas.
De momento ha trascendido, además de la portada, el tracklist completo que aquí os dejo. ¿Soy el único al que le parece que la décima canción va a traer polémica? En cualquier caso, el día 1 empezaremos a salir de dudas y descubriremos si este disco sirve para transformar a Bieber en un artista serio o para hundir a Shields en el barro.
1. Colorblind
2. Inhale
3. Gone
4. UV
5. Koala Bay (feat. Zachary Gray)
6. Trust me (or not)
7. Lollipunk
8. Blood, blood (feat. Wayne Coyne)
9. Stitches
10. Selina (feat. Black Francis)
Comentarios
Espero que sea una cagada a la que no prestaré la más minima atención si el amigo Bernardo no me la recomienda, ji,ji,ji!!