29 de junio de 2012

Living things


Como siempre he sido un rebelde y ante la decisión de Alex de convertir esto en un espacio dedicado al onanismo intelectual y al gafapastismo de biblioteca, yo vengo hoy a tocar las pelotas y a marcarme una reseña que a mi compañero de blog le dará arcadas, a la gran mayoría de vosotros os importará una mierda y a los demás dos. Prometo que intentaré adaptarme a este cambio tan brusco y desecharé mis entradas sobre El Pescao y la saga Crepúsculo para doparme de cosas más sesudas. Pero de momento, os jodéis, porque ha salido Living things¿De verdad alguno de vosotros, simples mortales, pensabais que os ibais a librar? Qué poco me conocéis. Y es que un fanboy como yo llevaba esperando ese 22 de junio como agua de mayo (y no, no es un juego de palabras).


Porque, sorprendentemente, poco más de año y medio después de dejarnos a todos picuets con la salida de A thounsand suns, mis adorados Linkin Park volvían a sacar disco. Y como dice un amigo mío, esto es como todo. Que si lees declaraciones de cómo va a ser, que sin single de presentación... Pero como soy un tío precavido no me fío de nada de lo que leo y prefiero tener una opinión propia.


Y mi opinión es que... Bueno, vayamos poco a poco.

18 de junio de 2012

Sangre fresca (MAYO 2012)

¡¡No estaba muerto!! Pero tampoco estaba de parranda. Joder, ojalá hubiera estado de parranda... He tenido un mes muy movidito, porque (y es lo malo de coger optativas sin conocimiento) se me han juntado los tres exámenes y chopecientos trabajos que tenía que hacer para los primeros quince días de junio. Así que ya me perdonaréis si no me he pasado (menos aún de lo habitual) por aquí. Pero oye, ya estoy de quasi-vacaciones y creo que tengo monazo de blog, así que intentaré meterle caña estos días antes de que el verano me absorba por completo, para devolver a Apettite for prostitution el esplendor que tuvo bajo mi virreinado.


Golpes de estado a parte, sé lo que estáis pensando. Joder Vinny, ¿a estas alturas de junio nos traes las novedades de mayo? Pues sí. No me toquéis mi estructura vital, que se me descomponen los esquemas y caigo en una espiral de autodestrucción que riéte tú de Mark Renton, Spud, Sick Boy y otros tantos yonkis escoceses. Aquí seguimos un orden y una dieta muy estrictas. Cojones ya.

Jack Black y Kyle Gass, o lo que viene siendo lo mismo, Tenacious D, regresan para demostrar a todo el mundo, a su peculiar y distinta manera, que por muchos bailarines de plastiquete y nenas con autotune al rock no se le puede matar. Rize of the fenix (que más bien debería haberse llamado Rize of the mounstrous cock) son trece canciones (once sin contar los dos interludios) que exploran sin prejuicios y con muy poca vergüenza casi todos los palos de nuestro amado rock'n'roll, desde riffs oscuros a lo Sabbath hasta teclados ochenteros, trallazos dignos de The Who, baladas sureñas, powerpop, blues, heavy metal... Aquí no se queda nada fuera. Mención aparte las letras, quizás un poco más flojas que de costumbre, pero igualmente divertidas. Dio, cuídanos por muchos años a este par de merluzos.