31 de octubre de 2013

Por amor a la música: Muse - Knights of Cydonia

Siete semanas después (se agradece la participación de nuevos jugadores) ya está aquí la nueva manga de Por amor a la música. Forrest no se corta un pelo y sube el nivel de dificultad una vez más (¡y parecía imposible!) con una clave cuanto menos curiosa: músicos de jazz que hayan colaborado en temas/discos de pop/rock. Cada semana el anfitrión elegirá un instrumento y el resto de jugadores deberán buscar intérpretes de dicho instrumento. Y si estáis atentos, podéis escuchar la trompeta de Freddie Hubbard acompañando a Billy Joel y su Zanzíbar desde el escenario de The Tiki Bar.

Mi conocimiento del mundo del jazz no pasa de algunos nombres icónicos y algunos algo más desconocidos. Ni entre unos ni entre otros había trompetistas. Bueno, sí, pero he revisado y, efectivamente, no han colaborado con artistas de pop y/o rock. Así que he hecho un ejercicio de memoria y me he puesto a recordar de entre todas las canciones que he escuchado en mi vida, alguna que tuviera una trompeta.

¡Así es como me he dado de bruces con Knights of cydonia! ¡Joder, con lo que me mola está canción! Desde hace varios años Muse se han caracterizado por dos cosas: coquetear peligrosamente con el plagio a grandes bandas del rock y no tener filtro a la hora de incorporar nuevos sonidos a su música. Probablemente Black holes and revelations marcara el comienzo de esta nueva era de rock sinfónico, y era precisamente este tema el encargado de abrir la obra.

A la trompeta os presento a Marco Brioschi, trompetista italiano nacido en Milán con formación en el Liceo Musicale de dicha ciudad y cuya carrera lo ha llevado a alternar su pasión por el jazz en distintos conjuntos (ya sabéis lo que se mueve esta gente) y a una dilatada carrera como músico de estudio colaborando con artistas de pop y rock predominantemente paisanos pero también algún que otro nombre internacional.

- ¿Y estos tíos tan raros de dónde habrán salido?
La trompeta de Marco pone la guinda a una composición de Matt Bellamy en la que se alternan sonidos espaciales (con homenaje a Encuentros en la tercera fase y a The Tornados, el grupo de su padre) y melodías propias de las mejores bandas sonoras del spaguetti western. Una epopeya en el lejano oeste del planeta rojo, con rallos láser y unicornios. Una locura propia de Muse que consigue hacerte vivir mil y una experiencias en los poco más de seis minutos que dura. Y si no, mirad el vídeo (las pintas de Chris Wolstenholme, bigotazo y sombrero cowboy incluidos).


¡No me digáis que esta ronda no promete!

PD: Aunque no os lo creáis, tenía preparada otra entrada sobre Muse (un Le tèmazo) para esta semana y era precisamente otra canción de este disco. Creo que de momento lo voy a mantener, que no le he dado mucha bola hasta ahora y son uno de mis grupos predilectos.

27 de octubre de 2013

Por amor a la música: Colonel Claypool's Bucket of Bernie Brains - The big eyeball in the sky

Comienzo a escribir esta entrada tras enterarme hace escasos minutos de la muerte de Lou Reed. El comentario de mi madre a la noticia me ha hecho reflexionar. "Lo raro es que siguiera vivo". Y joder, qué razón lleva. Tanto desfase conlleva de una manera u otra una increíble capacidad de innovación, pero también pasa factura. Lo que pasa es que piensas que si ha aguantado hasta ahora, aguantará siempre. Es como Ozzy, o Richards, o Lemmy. Lo que no quita que te quedes helado al escuchar la triste noticia.

No pienso ponerme en plan entendido porque no lo soy. De hecho, y que me perdone quién tenga que hacerlo, creo que no hay nada en lo poco que he escuchado tanto del señor Reed en solitario como de la Velvet que me guste lo más mínimo. Pero (siempre hay un pero) sería un auténtico imbécil si no pudiera darme cuenta de lo que este hombre ha significado para el rock. Él rompió el muro para encontrar otro camino. Él ha inspirado e influenciado a multitud de bandas que admiro y sin las que tampoco sería posible concebir el devenir de la música moderna. Por ello le doy las gracias. Disfruta del paseo por el lado salvaje, Lou.

Y ahora vamos al lío. Terminamos esta semana con la manga de Por amor a la música dedicada a músicos/productores y ha sido mi tocayo Nortwinds (por mucho que ahora vaya de serio con su nombre completo, para mí siempre será Nortwinds) el encargado de proponer la clave, siendo esta además su primera participación en el juego. El nombre elegido no podía gustarme más. Damas, caballeros y bajistas del mundo, levántense de sus asientos para recibir a Les Claypool.

22 de octubre de 2013

¡Deme diez!

No soy muy fan de las listas. Y mucho menos de las que tienen que tener un número concreto. De hecho siempre que hago alguna pienso que me estoy dejando fuera un montón de cosas que me gustaría añadir. Con la música es incluso peor.

Pero le debo a Bernardo (Mi tocadiscos dual) una en agradecimiento a la que me hizo él a mi de power pop (y de verdad que muchas gracias, llevo un par de días entre Cheap Trick y Jellyfish que no doy a basto). En este caso quiere que le haga un top ten de recomendaciones sobre hard rock / heavy metal moderno. La verdad es que como soy un tío más de bandas que de estilos, algunos grupos creo que se salen un poco de tal denominación y, por supuesto, faltan muchos. He de decir además que me ha pedido que fueran posteriores a 1990 y... bueno, excepto uno, el resto son del 2000 en adelante. Es lo que tiene haber pasado la última década del siglo XX en el colegio... Que me quedan aún muchos discos que descubrir.

No es lo mejor, pero espero sea una buena recomendación. A ver qué os parece a los demás.

21 de octubre de 2013

Le temàzo XXIII: Trivium - Dying in your arms

Hace menos de una semana que salió a la venta (aún no he tenido tiempo de catarlo, pero en cuanto tenga un rato me pondré) Vengeance falls, que supone el sexto disco en la carrera de Trivium. Estaba repasando sus primeros trabajos cuando me he encontrado con esta maravilla que ya casi ni recordaba.

Los de Orlando (como el tomate, jajejijoju) se presentaron hace diez años con un Ember to Inferno que pasó algo desparecido para el público pero que encandiló a la crítica y supuso su fichaje por Roadrunner. Dos años después pegaban un pelotazo monumental con Ascendancy (su álbum más celebrado junto al más cercano en el tiempo Shogun) y la culpa la tenían en gran parte una serie de himnos que parecían hacer más hincapié en el "metal" que en el "core" lo que agradó de sobremanera a buena parte del público, que veía por fin como una banda medianamente promocionaba no tenía vergüenza de reconocer sus raíces más heavys, dejando un poco de lado el sonido metalcore más convencional.

El paso de los años ha convertido a Trivium en uno de los referentes del metal moderno gracias a ese espíritu clásico que subyace de sus melodías y a pesar de la sobreproducción a la que han sometido a sus últimas referencias, si bien es cierto que han perdido mucho fuelle. Pero oye, mientras nos queden temas como Dying in your arms, heredero natural del heavy metal más romántico, que nos quiten lo headbangeado.

18 de octubre de 2013

Por amor a la música: Nuclear Valdez - I am I

Echando la vista atrás puedo asegurar sin temor alguno a equivocarme que la ronda de esta semana de Por amor a la música ha sido la más complicada que me ha tocado vivir.

Os pongo en antecedentes. A nuestro compañero Bernardo, del completísimo y altamente recomendable (esto no es peloteo del barato, que conste) Mi tocadiscos dual, le tocaba proponer clave, que recuerdo en esta manga han de ser productores/músicos o viceversa. Su elección ha sido Richard Gottehrer (en este caso junto a Marshall Creenshaw), fundador de Sire Records, un tío más que interesante y con una importancia en todo el mundillo del punk y la new wave anglosajona que desconocía por completo, amén de ser el compositor de una de mis guilty pleasure favoritos, el atemporal I want candy.

Bueno pues anoche le pegué un repaso completo a toda la discografía del señor Gottehrer en AllMusic (bendito sea) y, cuando me acercaba peligrosamente al final (no alfabético), me entró una desazón horrible. Ninguno de los grupos que escuchaba (ni los que conocía ni los que descubría por primera vez en esa lista) terminaba de convencerme. Ni Blondie, ni Raveonettes, ni Mental as Anything, ni Judybats, ni Godhead, ni Dr. Feelgood... Buf, que mal rato pasé, de verdad, ya me veía tirando de alguna banda sonora o grandes éxitos.

Fue entonces cuando reparé en un nombre que, aunque de primeras no sonaba nada bien, ha terminado siendo el elegido. Nuclear Valdez. Ojo ahí. La información que hay disponible en la red sobre esta banda es bastante escueta, pero oye, alguna pincelada sí.

14 de octubre de 2013

Por amor a la música: Whitesnake - 1987

Una vez más (estoy sentando cátedra, me temo) me disculpo con mis compañeros de juego por la tardanza. Hemos estado de fiestas toda la semana y me requerían ciertos asuntos (en algún caso contra mi voluntad) que incluían ingestas indecentes de alcohol y alta concentración de personas por metro cuadrado. Menos mal que tengo unos amigos que valen un potosí y me hacen sentir a gusto hasta en el agujero más sórdido.

Ya era hora de meter un poco de caña en Por amor a la música. Esta semana Josi, de 67rockbiker nos ha propuesto como clave de productor/músico a Keith Olsen, nombre importante y casi fundamental en el rock de los setenta y los ochenta, no en vano Josi ha elegido para abrir boca el No rest for the wicked de Ozzy Osbourne.

Con una lista de colaboraciones realmente interesante, me decidí por 1987 casi sin dudarlo. Whitesnake es uno de los pocos grupos de hard rock a los que no solo tolero, sino que disfruto mucho. No ahondo más en este tema, mi relación con los grupos de los ochenta no es la mejor. Pero, un momento... ¿Cómo que 1987? ¿Este disco no el homónimo de Whitesnake? Sí, y no. El álbum tuvo varias versiones en función del país en el que se publicó, como fueron Serpent albus en Japón y en Europa... pues eso, 1987. ¿Y por qué has elegido la versión europea querido Vinny? Pues lo descubriréis si llegáis hasta el final.

8 de octubre de 2013

Heptágono (SEPTIEMBRE 2013)

Inmerso en plena semana de fiestas (aunque un poco light todo) y habiendo sobrevivido indemne al "comando camping gas", aquí os traigo siete entradas escogidas con mimo y cariño de entre las mejores que han germinado durante el mes de septiembre en esa tierra siempre fértil que es la red de redes. Disfruten:

- Gran Theft Auto V no sólo ha conseguido pulverizar una buena cantidad de récords con su salida al mercado, sino que supone un nuevo (que no último) capítulo en la historia de un género, el sandbox, en el que los chicos de Rockstar tienen mucho que ver, pero en el que no han sido los únicos. En Xataka, R. Márquez hace un repaso a toda la historia de la franquicia (así como sus competidores) y nos cuenta las claves de su arrollador éxito.

- Vamos a hacer un experimento. Si yo pongo '#' ¿cuál es el primero nombre que se os viene a la cabeza? Pues bien, probablemente ese en el que estéis pensando sea totalmente distinto al mío. O al de vuestro hermano/a. O al de vuestra abuelo/a. Nacho, de Microsiervos, nos deja una breve pero intensa reflexión (amén de una escena deliciosamente hilarante para un nerd como yo) sobre dicho símbolo.

- La siguiente también va de informática (ya me perdonaréis la deformación profesional) y también es algo escueta, pero creo que merece la pena. Javier Penalva, también en Xataka, nos trae esta "instantánea" de los primeros pasos de Google antes de convertirse en nuestro mejor amigo. Quince años, nada más y nada menos. Felicidades, y que cumpla muchos más (sobretodo si sigue regalándonos tonterías tan adictivas como el doodle de la piñata de cumpleaños).

- Vamos a diversificar un poco. Ya que el mundial de Fórmula 1 tiene en estos momentos, gracias a Adrian Newey, la misma emoción que un documental sobre koalas, en Jot Down el señor David Navarro escarba un poco en la historia del diseño automovilístico para deleitarnos con una selección de las innovaciones más inverosímiles de la historia de este deporte.

- Cambiamos de tercio y llegamos a la sección de "discos que me ha dado mucha pereza reseñar pero que molan un tajo" (algún día le pondré nombre oficial). Y es que se me amontona el trabajo con la Sangre fresca y no consigo sacar tiempo para ponerme al día. Probablemente la mitad de los que tengo en cola los deje por imposibles, y los otros llegaran con mucho retraso. Así que de momento me voy aliviando la carga y os dejo, en primer lugar, AM, el último trabajo de Arctic Monkeys. Quizás no sea su mejor disco (ahí estoy de acuerdo con Dr. Chou) pero me ha servido para reconciliarme con la banda tras un desencuentro fruto en su mayor parte de una incompatibilidad con mi, hasta hace bien poco, escaso refinado gusto.

- Con los que no necesito reconciliarme porque a cada disco que sacan me parecen mejores son Alter Bridge. Con Fortress se han vuelto a superar, y no lo digo sólo yo. Lo dicen por todos lados. Lo dicen los gatos, los dicen los perros, incluso los tronistas (por increíble que parezca, saben articular frases simples). Si no os he convencido con mi nada contrastada encuesta de población, a ver si la reseña de Patricia PR en WMusik lo consigue.

- Me considero aficionado al manga (que no al anime, algún día se me irá y os contaré algo más de esto). Y aún así, se me cae el alma a los pies cada vez que acudo a algún evento relacionado con el cómic nipón. Por eso no puedo estar más de acuerdo con estas dos exposiciones (una con más sorna que otra) que hace Manu en Deculture: el aficionado y el editor medio de manga en España es, simple y llanamente, idiota.

4 de octubre de 2013

Le temàzo XXII: Heaven Shall Burn - Endzeit

A pesar de que durante ciertas épocas el rock (en todo lo amplio e intrincado de su significado) ha hecho de la opulencia y el desenfreno su bandera, creo que estaréis de acuerdo en que el rock (y por extensión todos los estilos derivados) nació con vocación de rebeldía. Desde las canciones protesta de Dylan, pasando por el punk más nihilista o el corrosivo thrash metal, un disco de rock puede (ojo, que no debe) ser un instrumento revolucionario mucho más potente que cualquier discurso.

Por eso, en estos últimos años en los que el rock ya no es que haya perdido en gran parte ese espíritu de lucha, sino que se ha prostituido de una manera rocambolesca, es agradable encontrar ciertas bandas que siguen en las barricadas y, sobretodo, dejando a un lado esos clichés tan perjudiciales y que en España en particular parecen ser requisito imprescindible. Como veo que me ha quedado un poco críptico, lo digo claro: sin gilipolleces perroflautistas.

Heaven Shall Burn se fundaron en Saalfeld (Alemania) en 1996 y, si os soy sincero, no tengo muy claro que clase de penetración pueden tener en su tierra natal, ni siquiera a nivel europeo, y no digamos ya a nivel mundial. Pero da igual, porque desde que llegaron a mi vida con su devastador metalcore henchido de mensajes de justicia e igualdad a la vieja usanza, no me han abandonado. En 2008 lanzaban Iconoclast y lo abrían con la intro Awoken, que crecía y crecía hasta reventar en la arrolladora Endzeit.

En el vídeo que os pongo, ambas canciones aparecen juntas (al igual que en los directos), convirtiéndo la dupla en un imparable y épico himno que es muy difícil que te deje indiferente. Dicen que la revolución no será televisada, pero eso es porque a los medios masivos no les interesa lo más mínimo retransmitir un concierto de Heaven Shall Burn.

We are the final RESISTANCE!!

2 de octubre de 2013

Por amor a la música: Rocco DeLuca and the Burden - Mercy

Recuerdo cuando Forrest anunció que se acercaba la segunda temporada de Por amor a la música que me puse a elucubrar sobre cuáles podían ser las nuevas claves en las distintas rondas. Y mira que casualidad, casi lo primero que se me ocurrió fue hacer una sobre productores. Ya tenía el mío casi decidido cuando esa mente malvada y retorcida que tiene nuestro organizador decidió acotar el rango de productores especificando que debían ser sólo aquellos que eran además músicos. Fuck, Rick Rubin a la mierda, con lo apetecible (no me digáis que no, alimentamos una familia de osos entera) que era.

Así que durante estas tres primeras rondas he estado ojo a vizor para ver qué nombres deslizaban mis compañeros entre líneas, con su posterior investigación en AllMusic. No lo tenía del todo claro hasta que precisamente Forrest mencionó a Daniel Lanois en su última entrada.