28 de diciembre de 2011

Frank Herbert - Dune

Felices fiestas queridísimos lectores. Me llena de orgullo y satisfacción regresar por aquí tras unos días de copiosas comidas y de tocada de huevos en general. ¿Os han regalado algo interesante? El único que se acordó de mí la noche del 24 fue mi hermano, que me regaló un libro - El coño de la Bernarda es declarado patrimonio de la humanidad y otras noticias de El Mundo Today - lo cual me alegró porque así ya tengo algo a lo que hincarle el diente después de terminarme Dune.


Me gustaría, antes de empezar, dedicarle esta entrada a mi chica, la señora vicepresidenta (chistes privados, nada preocupante). Tranquilos, no me voy a poner sensiblón ni nada por el estilo. Pero sé que se le cayeron las bragas al suelo cuando decidí leerme este libro y quería nombrarla en la reseña. La muchacha es ultrafan de Herbert, que le vamos a hacer. De todo tiene que haber en la viña del señor.


Pero vamos al lío. Considerado por muchos, y no en vano, como la semilla de la ciencia ficción moderna, tanto literaria como cinematográfica, Dune no fue la primera novela de Frank Herbert - Dragon in the sea, publicada en 1955 fue un éxito de crítica aunque no de público -  pero sin lugar a dudas ha sido la más exitosa y su legado, aún hoy, sigue vigente. A la altura de otros grandes maestros como Asimov, Verne o Orwell, Herbert supo adelantarse a su tiempo y trata temas que hoy en día, por desgracia, están más presentes que nunca, como el maltrato al planeta o la alta política manejada en las sombras por los hombres de negocios (bueno, esto ha sido casi siempre así, ahora que lo pienso).


Vale, pero la pregunta que todos, sin excepción, os estaréis haciendo es ¿qué demonios es Dune? Pues Dune es el nombre que recibe el planeta Arrakis. Ni puta idea ¿no? Bien, comencemos por el principio, como es natural.
Miles de años después de un cataclismo nuclear que arrasó nuestro planeta, la humanidad ha conquistado gran parte del universo, relegando a las máquinas, que una vez llegaron a ser más inteligentes que los hombres, a su función primitiva de ayuda a la raza humana. En este nuevo orden universal, basado en el caduco pero siempre efectivo sistema de feudos y aristócratas, las intrigas se ciernen sobre la casa de los Atreides, los soberanos de Caladan. El emperador Padisah - un tío un poco hijo de puta, no vamos a negarlo - ha decidido enviar al duque Leto Atreides y a toda su corte a Arrakis, el planeta desierto y productor de la especia geriátrica, la melange, una droga que retarda los efectos de la edad y aumenta las capacidades mentales dejando como efecto secundario un vistoso y nada discreto color azul en lo que viene siendo el ojo al completo. Pero todo es un engaño para deshacerse del duque.
Un movidón, vamos. El caso es que aunque tratan de aniquilar a toda la familia del duque, su hijo Paul y la madre del chaval, la concubina ducal y tocapelotas por excelencia Dama Jessica, consiguen escapar por el desierto y montan la de Dios es Cristo aliándose con los fremen, los indígenas de Arrakis, a los que todo el mundo toma por inútiles y salvajes, pero que resultan ser la hostia en vinagre.


¿Seguís perdidos? Bueno, pues os léeis el libro, que si a Herbert le costó seis años escribirlo (empezó en 1959 y lo terminó en 1965) no voy a haceros yo ahora un buen resumen en dos párrafos. Lo que sí voy a hacer es explicaros los que son, en mi opinión, los puntos fuertes y débiles de la obra. Lo mejor y lo peor. El chorizo y el chopped.


Empiezo con lo bueno:
- Arrakis es otro personaje, probablemente el más importante de todos. Las condiciones extremas del planeta desértico, su fauna (como por ejemplo los enormes gusanos de arena, los hacedores de especia) y su escasa flora, adapatadas al implacable clima, se integran en la historia como si de las acciones de otro personaje se tratasen.
No, puedes, pas... Espera, eso es de otro libro
- La cultura fremen. Todos los ritos y costumbres de las tribus del desierto, obsesionadas con el agua y el honor, salpican (¡ja!) la historia de detalles muy jugosos (otra vez ¡ja!). Por ejemplo, aquí los amigos creen que llorar por un muerto, darle tu agua (lo más valioso que tienes en Arrakis) es un acto de profundo respeto y amor hacia el difunto.
- Tecnología la justa. Aunque nos encontremos en un futuro muy, muy lejano (sí George Lucas, no mires hacia otro lado, todos sabemos que Tatooine está inspirado en Dune) la tecnología es limitada. Los viajes espaciales se realizan en las naves de La Cofradía, que tienen el monopolio de estos transportes y claro, cobran una pasada por llevarte de un planeta a otro. Siempre mirando por sus ingresos y tratando de sacar tajada de todo, algo así como unos catalanes intergalácticos. En cuanto a la tecnología más asequible, casi toda se reduce al ámbito de la supervivencia: detectores de veneno, generadores de escudos individuales, destiltrajes (unos monos que recojen toda el agua que tu cuerpo pierde para purificarla y poder reutilizarla), comunicaciones, transportes, etecé.
- Las intrigas palaciegas. He de reconocer que al principio me cargaban un poco, pero al final la política y el egoísmo son la sal en la herida y lo que hacen el argumento interesante de verdad. Muchas veces los motivos personales quedan supeditados al bien común y viceversa.
- La religión. Uno de los detalles que más me gustó de libro fue ver como las religiones, miles de años después de la destrucción de nuestro mundo, se desdibujan en montones de escisiones y mezclas tan curiosas como el Budislam, los Zenshiitas o la Biblia Católica Naranja, en una suerte de crítica a las religiones organizadas por parte de Herbert, como dando a entender que en el fondo, todas son lo mismo y las diferencias son simplemente muros impuestos por sus líderes para no perder el trozo del pastel.


Y ahora, lo malo:
- Las visiones prescientes de Paul y de su puñetera madre. Qué queréis que os diga, hacer que el protagonista de una historia tan compleja como ésta sea un adolescente que además de ser hijo de un duque, y por tanto arrogante hasta dar arcadas, que además su madre ha instruido en arte del control mental y que, por casualidades del destino, puede ver el futuro, es echar por tierra todo el esfuerzo volcado en ella. El amigo se pega la mitad del libro lloriqueando (interiormente por supuesto, hay una reputación que mantener) porque no deja de ver un futuro en el que por su culpa se iniciará una jihad que asolará el universo. Eso es una adolescencia complicada y lo demás son tonterías.
- El Herbert filosófico. De verdad que hay algunos párrafos que no se entienden ni después de releerlos cincuenta veces. Cuando Herbert se pone en plan pensador, a hablar de la consciencia racial y otras paranoias por el estilo, no hay quién coja nada. Por suerte, son pocos esos momentos, pero cuando aparecen, lo mejor es pasar de puntillas. Si entiendes algo, magnífico. Si no, buen intento, pero lo mejor es seguir adelante. Aquí el máximo exponente son las Bene Gesserit, una orden de mujeres manipuladoras (¿esto es redundante?) obsesionadas con la genética y que usan una palabrería que confundiría al mismísimo Punset. Les coges un asco atroz.
- La traducción. Vale, esto realmente no tiene nada que ver con el libro, pero yo lo aviso. La primera traducción que se realizó en castellano es, y permitidme ser claro, un mojón de elefante. A parte de tener una cantidad de errores de traducción (lo de los false friends parece que no lo dominaban) también aparecen otros de puntuación y ortográficos (faltan muchas tildes) que no son normales. Así que si decidís leerlo, por Dios buscad una edición cuya traducción sea distinta a la primera (que la hay, aunque debe ser bastante difícil de encontrar).


Paul, no sigas hacia la luz
Creo que con esta disección ya tenéis una idea más aproximada de Dune. Os lo recomiendo, tanto si os gusta la ciencia ficción como no sois asiduos a este género. Herbert tiene un estilo muy directo, no hay largos párrafos de relleno llenos de descripciones inútiles. Además, demuestra una pasión casi enfermiza por su propio universo, sin dejar un sólo detalle al azar, avasallando al lector con referencias ecológicas, políticas y sociales sobre Arrakis y sus habitantes. Una firme defensa de la ecología, de cómo los humanos transformamos el mundo a nuestro antojo para bien y para mal. Y sobretodo, y este punto es importante, cómo la religión es más un instrumento político que un conjunto de creencias, siendo aterradoramente sencillo, si se tienen los medios adecuados, construir un mesías, un mártir y un salvador simplemente aprovechándose de las necesidades y el desconocimiento de las personas en muchos temas. Mi chica dice que dejó de creer en el de arriba tras leer el libro. Y tenía once años.


David Lynch adaptó la novela al cine en 1984, y, aunque ha llegado a mis oídos que el guión se toma algunas licencias que no termina de gustar a los seguidores de la saga, no la he visto así que no entraré en valoraciones. También hay una miniserie que si he podido ver y que resulta bastante más fiel (insisto, no he visto la de Lynch) al libro. Herbert llegó a escribir cinco novelas más basadas en el universo Dune y tras su muerte en 1986, su hijo Brian Herbert y Kevin J. Anderson continuaron exprimiendo la historia hasta el día de hoy, con siete novelas además de las originales de Herbert.


Espero que os animéis aunque sea echarle un ojo, si no lo habéis hecho ya.
Cuidaos mucho y terminad bien el año shurhands, nos veremos en 2012.
Un abrazo muy fuerte y que os den.

20 de diciembre de 2011

¿No sabes quién son...? Coheed and Cambria


Hoy empieza una nueva era en Apettite for prostitution... ¡empieza la era del terror de Vinny Gonzo!  Todo ha salido a pedir de Milhouse. ¡MUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAno, en serio, bienvenidos queridos lectores. Estamos en la que había pensado llamar la "Entrada 0 DA" (después de Alex), pero a la que finalmente me he decidido a denominar "Entrada 0 EQASDAVYN (entre que Alex se decide a volver y no). Es un poco largo, pero sabéis que en asuntos del corazón no hay que recortar.


Ostias que gilipollez más grande. Bueno, pues estuve pensando en cuál sería la mejor manera de inciar esta - espero que breve - etapa en éste nuestro blog. Quería hacer algo especial, algo que os dejase patidifusos. Por desgracia en estos días de chats de folleteo y violencia religiosa nuestra capacidad de sorpresa se ha visto reducida considerablemente. Así que en lugar de tratar de sorprenderos, hoy me complace presentaros a una de mis bandas favoritas. Ladies and gentlemen y humanoides en general, un caluroso aplauso virtual para Coheed and Cambria.




En el año 1995, Claudio Sánchez monta un grupete de rock con algunos colegas. Shabütie, que así se hacían llamar (sacaron el nombre de la película The naked prey) publicó en el transcurso hasta 2001 tres EPs (Plan to take over the world, The Penelope EP y Delirium trigger). Por aquel entonces la formación ya era la que, sólo un año después grabaría el que iba a ser su primer álbum The second stage turbine blade, con Sánchez en las voces y guitarras, Travis Stever acompañándolo a las seis cuerdas, Michael Todd al bajo y en las baquetas Josh Eppard.


Me detengo aquí un momento para comentar algo de suma importancia cuando hablamos de Coheed and Cambria: sus letras. Claudio Sánchez, amén de tener una estatura de más de dos metros y una voz de castrati cuanto menos curiosa, es poseedor de una imaginación desbordante. Tras la ruptura de una de sus primeras bandas, durante un viaje a París, el amigo Claudio comenzó a escribir una historieta de ciencia ficción a la que llamó The Bag.On.Line adventures of Coheed and Cambria y que sería el punto de partida, la semilla que germinaría en la serie de cómics The Amory wars y todo su universo, en el que se basan las letras del grupo.


Voy a tratar de ser breve a la hora de hacer un pequeño resumen, pues la historia completa daría para otra entrada... (oye, pues tampoco es mala idea). The Amory wars está ambientado en una galaxia llamada Heaven's fence, un sistema de planetas unidos por una suerte de rallo de energía (el keywork). Allí vien Coheed y Cambria Kilgannon, felizmente casados y con cuatro hijos. Pero nuestros protagonistas tienen un oscuro pasado, y es que formaron parte de un experimento tremendamente peligroso y por eso sus hijos deben morir, pues son portadores del virus Monstar, que puede ocasionar la destrucción de su mundo. Por suerte, el día que sus padres toman la fatídica decisión de matar a sus descendientes, Claudio, el hijo mayor, no se encuentra en casa (sí, el prota se llama con el autor, pero no es tan descabellado pues Coheed y Cambria están inspirados en los padres de Sánchez). Cuando Claudio descubre que todo ha sido un engaño del tirano que gobierna Heaven's fence para utilizar a sus padres como arma para vencer a sus enemigos, comienza una historia de venganza por parte del muchacho que acaba convirtíendose en una historia épica y con tintes mesiánicos, en una maldita epopeya espacial. Como digo no me extiendo más, algún día si me apetece haré una entrada dedicada a The Armory wars.
Dos son siempre mejor que una.


El caso es que The second stage turbine blade marcó la dirección en la que avanzar, mezclando post-hardcore y rock progresivo a partes iguales, aunque endulzando un poco el sonido comparado con la banda que más les había influenciado: At the Drive-In. Eran algo así como los sobrinos moñas de Bixler-Zavala y compañía. El disco los colocó como una de las referencias a tener en cuenta dentro del rock alternativo y en poco más de un año ya estaba a la venta su continuación, In keeping secrets of Silent Earth: 3 (sí, lo de los nombres raros les encanta), que llegó a ser disco de oro. Tras un DVD en directo en el Starland Ballroom de Nueva Jersey, publican en septiembre de 2005 el (coged aire, lo vais a necesitar) Good Apollo, I'm Burning Star, Volume one: From fear through the eyes of madness. Shit you little parrot. Pero la longitud del título no fue problema, así como tampoco lo fue su sonido principalmente progresivo dejando de lado el post-hardcore melódico, para que vendieran más de un millón de copias y alcanzaran la séptima posición en la lista Billboard. Hago un pequeño inciso sobre la historia porque ésto no tiene desperdicio: en éste álbum la cosa se vuelve mucho más tortuosa pues Sánchez se saca de la manga dos personajes a cada cuál más paranoico. El primero es El escritor (The writing writer) algo así como Dios, pues es el que escribe la historia de Claudio Kilgannon, que está preocupado porque no quiere que su personaje acabe sufriendo algo parecido a lo que le sucedió a él. Hasta aquí nada raro, es una manera algo rebuscada de metaliteratura, pero aceptable al fin y al cabo. Lo gordo llega cuando hace acto de presencia Ten speed, el mensajero de El escritor, que se aparece a los personajes como (ojo a la fumada) la bicicleta de diez velocidades que El escritor tiene en su garaje. Casi ná. Claudio, tío, la mejor droga es la vida.


Stever en pleno orgasmo musical.
El caso es que tras el pelotazo, Josh Eppard deja la banda alegando "problemas personales" (problemas personales con el bebercio, para ser exactos). Claudio Sánchez saca un álbum en solitario (muy en solitario, era él sólo) que ahonda en la historia detrás del Jesse, apodado Inferno, el hermano robot de Coheed (estas cosas ya no me voy a molestar ni en comentarlas, es hasta medio normal después del bici-profeta). Pero en 2007 vuelven a la carga gracias a la inestimable colaboración de Taylor Hawkins, que se hizo cargo de las baterías, y Good Apollo, I'm Burning Star, Volume two: No world for tomorrow entra directo al número 6 de Billboard.


Sánchez había completa la tetralogía que había planeado desde hacía años y ahora era el momento de recoger los frutos. Por eso la banda organizó cuatro noches en el Terminal 5 de Nueva York, para tocar sus cuatro álbumes integramente. ¿Resultado? Llenazo total en las cuatro citas y un DVD en directo: Neverender. De manera que se envalentonaron y decidieron repetir en Los Ángeles, Chicago y Londres.


Llegó 2010 y con él Year of the black rainbow, precuela de las aventuras - más bien desventuras - de Claudio Kilgannon, algo que Sánchez tenía pensado hacer casi desde el principio. Chris Pennie, que ya era el batería oficial de banda en directo, entró por primera vez al estudio con sus compañeros para parir su disco más maduro hasta la fecha, quizás porque han pasado casi quince años desde que empezaron, quizás por el trabajo de producción de dos bestias pardas como son Atticus Ross y Joe Barresi.




Y así es como llegamos al día de hoy. Tuve la suerte de verlos en directo hace un par de años, aunque me quedé un poco frío. Por el público, pues me pareció increíble que después de llenar cuatro noches seguidas en varias ciudades estuviéramos poco más de mil personas en su actuación y que no me costase apenas esfuerzo llegar a segunda fila. Eso sí, ellos estuvieron geniales y les dio que fuéramos ocho que ochenta, el concierto fue impecable. Actualmente el grupo se encuentra grabando el que será su sexto LP, con Eppard de vuelta tras dos años de sobriedad. Bien por él.


Os he metido la chapa con tanto dato, pero os estaréis preguntando ¿qué nos ofrece este cuarteto neoyorquino? Pues nos ofrece algo que hoy en día escasea: autenticidad. Tras tantos años ellos siguen en sus trece, con sus ritmos progresivos, sus guitarras oníricas, sus letras que hablan de un más allá de las estrellas que bien podrían hablar de más acá de las estrellas. Claudio Rodríguez puede tener una voz a priori algo cansina, demasiado aguda (sobretodo en sus primeros álbumes) pero sabe impregnar cada verso con la emoción que necesita y además es un excelente guitarrista. Travis Stever tampoco se queda atrás y complementa a la perfección el trabajo de su compañero. Josh Eppard sacaba lo mejor de su batería en cada corte y Chris Pennie siguió su estela, aunque algo más contundente. Y por último, mi debilidad. Michael Todd es y seguirá siendo, en mi opinión, uno de los mejores bajistas de la escena rockera tanto actual como histórica. Su técnica, en la que cada dedo de la mano izquierda es importante, constuye riffs cortos, enrevesados y potentes. Una pena que sea un yonki empedernido y el resto del grupo lo haya apartado (definitivamente al parecer) después de que lo detuvieran en una farmacia mientras amenazaba al dependiente con hacer explotar una bomba, que obviamente no tenía, si no le daba barbitúricos.



Pero, cómo siempre, no hace falta que me creáis. Os dejo con una pequeña selección (dos temas de cada álbum) para que seáis vosotros mismos los que juzguéis:





















Una vez más, fue un placer estar aquí. Nos leeremos pronto gentucilla.
Un abrazo muy fuerte a todos, y que os den morcilla (toma rimaca, si es que tengo un flow...)


PD: Puesto que ahora estoy sólo por aquí notaréis que las entradas, además de hablar de cosas que a la mayoría os interesaran un pijo, serán más espaciadas. Tened paciencia y sed buenos conmigo.

13 de diciembre de 2011

The blackening


No te rías que es peor.
Hay gente (amigos, familiares, ya sabéis, esa gente suele preocuparse por ti) que se sorprende de que sea capaz de gastarme una cantidad de dinero considerable para asistir a un concierto. Creo que no hace falta que os indique el tipo de música y de conciertos a los que están acostumbrados dichas personas, de manera que mi contestación es siempre la misma: "tú nunca lo entenderías." Parece una contestación algo ambigua, como para evitar afrontar la realidad de que me he dejado los cuartos en hora y media de música en directo, y no estaríamos muy alejados de la realidad. Pero creo que realmente nunca lo entenderían.

No sé, ni quiero saber, el tipo de directos que tienen grupos como Maldita Nerea, El Canto del Loco o Pignoise. Pero estoy seguro casi al cien por cien de que el ambiente no tiene la milésima parte de la intensidad que uno de rock en cualquiera de sus variantes. O sí, vete tu a saber. Aunque no me imagino yo a los Melocos con espectáculos pirotécnicos y retando al público a ver quién hace el circle pit más grande.
Por eso yo pago encantado (hasta cierto límite) por poder disfrutar de un buen rato de buena música. Y sobretodo por poder disfrutar de ese ambiente de hermandad que se respira en los conciertos de rock. Vale, puede que no en todos. Como os gusta tirarme por tierra las afirmaciones. Gilipollas hay en todos lados. Pero  a mí no me amarga un concierto ni dos mil gilipollas juntos. Y si lo intentan, pues con eso del vaivén de la masa deslizo un codazo costillas ajenas y santas pascuas.

¡Que llevo desodorante, ostias!
Uno de las mejores actuaciones que recuerdo fue la que dieron los chicos de Machine Head en el Sonisphere de Barcelona hace un par de años. El plato fuerte de este festival eran Metallica y Slipknot, pero yo estaba deseoso de ver a Rob Flynn y los suyos, pues los meses anteriores había estado metiéndome en vena tanto su último disco como sus éxitos anteriores. Y francamente, no me defraudaron. Amén de que el sonido del recinto era cojonudo y que ellos estuvieron a la altura, recuerdo con especial cariño dos momentos en particular:
El primero fue cuando, en medio de un brutal pogo en el que yo formaba parte de esa anónima e informe masa que se forma en el centro, me di cuenta de que un chaval que estaba cerca se había agachado y otro le agarraba el hombro, como preguntándole algo. Me acerqué como pude esquivando algún que otro guiri pasado de rosca y conseguí captar las últimas palabras de la conversación "...istal de las gafas.". El que estaba de pie, ni corto ni perezoso pegó un grito que aún no entiendo como no paró el concierto y nos dijo a todos los que estábamos en aquel fregao que hasta que no apareciese el dichoso cristal, no se movía ni dios bendito. Así que nos pusimos a buscarlo. A los pocos segundos alguien lo encontró y se lo devolvió a su legítimo dueño. Se abrazaron. El de las gafas pegó un grito, y en cuestión de milésimas de segundo, el pogo volvió se reactivó, como si nos hubieran puesto un petardo en el mismísimo ojal. Chicas, los hombres somos así. Podemos ser románticos, sensibles y unos caballeros convencidos. Pero en el momento en el que podemos descargar adrenalina y comportarnos como unos cafres, lo hacemos con ansia animal.

El segundo momento, este más emotivo, fue cuando Rob Flynn, que aunque no lo aparentaba llevaba un melocotón interesante encima, se puso sensiblón y comenzó a darnos las gracias al público por estar allí, por llevar camisetas negras, el pelo largo y amar el heavy metal. De no ser por que no dejaba de ser una versión a gran escala de la exaltación de la amistad, se me habrían saltado las lágrimas. Bueno, creo que con Halo llegué a llorar.




En el año 2007 las cosas habían regresado a su cauce natural. Machine Head habían dado carpetazo a su intento numetalero con el genial Through the ashes of empires (me encanta este título, por cierto) y cuatro años después de su salida se preparaban para dar de nuevo el puñetazo en la mesa. En agosto de 2006 el guitarrista y líder Rob Flynn y el batería Dave McClain se encerraron un par de días a improvisar sobre una maqueta que venía desde casi un año antes, decididos a dar los últimos retoques a sus temas y comenzar la grabación cuanto antes. Y así lo hicieron. El 21 de agosto (dos días después de la intensiva jam session de Flynn y McClain) la banda al completo entraba en los estudios Sharkbite Studios de Oakland para grabar. McClain grabó todas las baterías en apenas día y medio (es una bestia este tío, de verdad) pero el resto del trabajo se dilató algo más, pues la grabación terminaría en Noviembre, y de 26 demos que se llevaron al estudio, tan sólo 8 pasaron el corte. La portada, basad en un grabado medievale utilizado para "moralizar" a la gente y meterles el miedo en el cuerpo con lo del infierno y todas esas memeces, es obra de Paul Brown y Deanna Alcorn.


Tíos, no me toquéis el premio que me hacéis cosquillas.
Hay que tenerlos cuadraos para abrir un disco con algo como Clenching the fists of dissent. Desde Roadrunner se les invitó a replantear la decisión de que la carta de presentación del álbum fuese un tema de más de diez minutos. Pero ellos dijeron que rien de rien. En cierto modo, una vez que la escuchas te das cuenta del porqué: es perfecta para resumir cómo será el resto del trabajo. Como una tormenta que se avecina (o una vecina que se atormenta) comienza creando una atmósfera eléctrica y opresiva (con, ojo al dato, ni más ni menos que noventa pistas mezcladas), para estallar sin remilgos en un tema que es pura energía. Doble bombo trallero, riffs afiladísimos, solos elaboradismos, voces agresivas y muchos cambios de ritmo.  "¡Fuck you all!" Así de bestia arranca Beautiful morning, otra patada en la boca, en la que destaca su estribillo, más dulce que de costumbre y una simbiosis casi perfecta entre Flynn y el otro responsable de las guitarras, Phil Demmel. Aesthetics of hate es una maldita oda al thrash metal. Flynn la compuso tras leer un artículo con el mismo nombre en el que un amago de periodista conservador, William Grim, se explayaba con el difunto Dimebag Darrell, definiéndolo con palabras que no voy a reproducir porque no quiero enfadar a los dioses del metal y en el que prácticamente se alegraba de su muerte a manos de Nathan Gale. A parte de la canción, Flynn le contestó en la propia web de Grim, y esto sí que lo voy a poner aquí, porque me parece un grandísimo ejemplo de como dejar las cosas claras sin perder la clase: "What would YOU know about love or values? What would YOU know about giving to the world? All that you know is teaching prejudice, and your heart is as black as the 'ignorant, filthy, and hideously ugly, heavy metal fans' you try and paint in your twisted, fictitious ramblings. It's because of people like YOU, that there are Nathan Gale's in this world, NOT the Dimebags and metal musicians who work to unite people through music". Con dos cojones, sí señor.


Me encanta  Now I lay thee down. Ese punteo distorsionado, agudo y pegajoso que alza el vuelo convertido en un monstruoso riff con alas de murciélago. Simplemente genial. La historia de un hombre que acaba con su amante y acaba suicidándose, tenía en principio un estribillo, en palabras de Flynn, muy popero. Y cómo ellos son unos tíos muy duros, decidieron cambiar un poco la letra para hacerla menos asequible. Tremendo el trabajo aquí de Adam Duce al bajo, que demuestra que la química existente entre las guitarras puede extrapolarse también a su instrumento, inundando tus tímpanos.


Slanderous desata el groove de la banda. La batería de Dave McClain dibuja círculos en el aire para que sus compañeros machaquen cada compás sin compasión, con una distorsión que se sale de madre. Un groove que sólo se retira un poco para que el sólo de guitarra se acompañe del incesante doble bombo, con olor a heavy añejo y peleón, rápido y contundente.
Ha llegado el momento del bombazo. Duce desliza sus dedos en el bajo, Flynn y Demmel puntean por aquí y por allá... Esto es Halo. Un grito de auxilio entre la opresión. Un escupitajo en la cara de las religiones organizados. Un riff que martillea tus pulmones. Un estribillo épico con unas guitarras cortantes. El ritmo sube, paulatinamente hasta que ametrallar, con un Flynn que se deja el alma en cada berrido. Un sólo supersónico a dos guitarras que suena casi imposible, pero que emociona. Y entonces la calma. Como el ojo del huracán, la voz de Flynn se vuelve susurrante y casi dulce. Pero el viento regresa, vuelve a elevarnos, cómo un mártir camino del paraíso... Sí, definitivamente lloré con esta canción. De hecho, ahora mismo me está costando mucho esfuerzo no llorar.


Pero vamos a dejarnos de moñadas. Wolves devuelve las cosas a su sitio con tralla en estado puro a velocidades de vértigo. La banda afirma que fue una de las canciones más duras de grabar, pues había muchos riffs que se tocaban con down-picking y si alguno sois guitarrista, sabréis que acabas con el brazo en  general, y la muñeca en particular, que te lo quieres amputar.
Y por último, A farewell to arms. Escuchando el punteo inicial, uno no tiene ninguna duda de que los otros padres de Machine Head, además de Pantera, han sido los Metallica. Que ellos llevan en la sangre el thrash y que lo que pasó entre este álbum y The more thing changes... fue simplemente un desliz. Suavemente, como saliendo de un coma, nos adentramos en una caverna oscura y húmeda. Una caverna en la que se esconde la bestia más temible jamás imaginada por el hombre. La guerra. Los californianos dedican esta canción a la administración Bush y su petroinvasión de Irak, en un tema que oscila entre el metal más denso y pasajes con más claridad, en el que destaca un inspiradísimo riff de guitarra en el estribillo y un final que, tras quemar el último cartucho, frena paulatinamente.


Esto ha sido todo por hoy queridos lectores. Rezadle algo a Ronnie James Dio que está en los cielos para que proteja a bandas como Machine Head, que han sabido recoger el testigo y no sólo eso, sino que siguen demostrando día a día por qué la gente que no ama el heavy metal (y el thrash en general) nunca podrá comprendernos.
Sed buenos. O no, lo que veáis.
¡Un abrazo muy fuerte!

7 de diciembre de 2011

Rodolfo y hamijos: Back in black | Rock en estado puro

Vinny: Hola queridos lectores. Hoy inauguramos una nueva sección a la que me he permitido el lujo de bautizar como Rodolfo y hamijos. Aquí os presentaremos reseñas de algunos colegas nuestros sobre discos que, una de dos, o no nos da la gana de comentar o creemos que ellos lo harían mejor pues tienen un significado especial. No me enrollo más, os dejo con nuestro primer invitado. Un hombre que pasa mucho por aquí y al que queremos un montón. 


Muy buenas a todo aquel que se pase por este pedazo de BLOG (sí, sí, en mayúsculas) y al que no se pase que le den por culo, porque este es un blog de fuckers estilo Baja California y los fuckers estilo Baja California somos así de malotes, insultamos sin motivo pero siempre de buen rollito. Bromas aparte, me presento. Mi nombre es Valentín pero siempre firmo como Pek3 dado que muy grande no soy. Soy amigo de la infancia de Vinny y de no tan infancia de Alex, aunque lo considero igual de amigo que a los demás. Tengo el honor y el placer de poder escribir aquí porque me lo han permitido estos dos engendros ya que a ellos no les gusta AC/DC y se merecen estar aquí puesto que son unos de los mas grandes de la historia del rock. No tengo experiencia escribiendo para estas cosas, pero espero estar a la altura o por lo menos acercarme mínimamente al nivel habitual. Gracias a los dos por dejarme participar en vuestro espacio, espero que os guste o por lo menos no os disguste lo que vais a leer. Insisto, gracias.
AC/DC son, como bien dice el título de esta entrada, rock en estado puro. No solo por el disco que os voy a desglosar sino por ese estilo tan simple y a la vez tan insuperable e inconfundible que llevan décadas practicando y del cual yo por lo menos nunca me cansaré de escuchar. El domingo 7 de junio de 2009, hace ya dos años, tuve la suerte y el placer de vivir uno de los mas grandes y felices momentos de mi vida, porque aunque suene demasiado exagerado es asi como lo viví. El concierto en directo en el Estadio Olímpico Lluis Companys (mas bien conocido por el antiguo Montjuic del RCD Espanyol) de este magnánimo grupo de rock o hard rock o como queráis llamarlo que es AC/DC. Nunca se olvida esa sensación del minuto antes a que comience el espectáculo, ese gusanillo que te recorre las tripas, esas ganas de que salgan al escenario aunque sea tocando una canción de Andy y Lucas. El momento en el que escuchas el primer acorde de Angus (que yo pensaba "Madre de dios que el que está tocando ahí abajo es Angus Young voy a pajearme un rato que esto es inovidable, coño") y se te mete en lo mas profundo del tímpano, la felicidad y el buen rollo recorren tu cuerpo. Bueno, que pijo tu cuerpo. El de las 65.000 personas que llenan el estadio. En fin si alguien de los que lea este post ha tenido la suerte de vivir lo mismo sabrá y corroborará todo lo que estoy diciendo incluso creo que me quedo corto. ¡EXPERIENCIA INOLVIDABLE! (una vez más con mayúsculas, amig@s). Bueno continuo con un 'cacho' muy resumido de la larga historia que envuelve a estos cabronazos, que seguro que mas de uno ya conoceréis.
El nombre AC/DC viene de la abreviación en inglés de corriente alterna/corriente continua, eso que mas de uno seguro que habéis visto en algún enchufe, tan simple como eso. A mí me parte mucho el nombre, nosé a vosotros. La historia del mítico uniforme colegial de Angus Young es muy sencilla, más de lo que me a mi me habían contado. Los rumores de que ese traje lo llevaba porque uno de sus profesores de escuela le dijo en un arrebato de inteligencia y premonición que no iva a llegar a ser nadie en la vida y por consiguiente como acto de venganza o recuerdo de esa frase eligió esa vestimenta, son falsos. La elección de ese característico uniforme para sus directos e imagen propia del guitarrista y líder de la banda Angus Young fue por una idea de Margaret, hermana del mismo. Segun dicen el uniforme pertenece a su escuela de secundaria de Sidney. Al que no le guste el uniforme o piense que le da un toque original pero es una puta mierda que se de con un canto en los dientes porque si llega a elegir algunos de los demas disfraces que barajaban sus amigos australianos directamente esque creo que lo lapidan nada mas salir al escenario, porque según dicen algunos de los trajes que pudo haber elegido son: Spiderman, El Zorro, un gorila... incluso una parodia de Superman a la que llamaba "Super-Ang" Entendéis ahora por qué decía eso del canto en los dientes ¿no?
 El grupo se formó alla por el año 1973 en Sidney (Australia) por los líderes de la banda Angus y Malcolm Young nativos de Escocia que se mudaron a Sidney alla por el año 1963 con gran parte de su familia. La banda fue cambiando constantemente de miembros (excepto a los hermanos fundadores) hasta que el señor Ronald Belford, archiconocido mundialmente como Bon Scott, mostró interés en formar parte de la banda puesto que ya había adquirido experiencia en otros grupos y además era un buen amigo de uno de George, otro de los hermanos Young. Bon Scott ingresa en el grupo por el año 1974, tan solo un año después de la creación del grupo y al año siguiente (1975) publican su primer álbum de estudio High voltage (discazo donde los haya) álbum que sólo se publicó en Australia hasta que no pasaran unos cuantos años más, momento en que lo reeditaron y ampliaron su mercado. Tras este genial debut en grabaron disco por año, tras High voltage vinieron discos como Dirty deeds done dirt cheap (1976), Let there be rock (1977), Powerage (1978) y por favor, ponerse en pie porque el que viene a continuación lo merece, Highway To Hell (1979) (para mí este último no es el mejor pero creo que una amplia mayoría asi lo considera y sin duda es un disco que está dentro de los top de la historia del rock) llegando así a los años 80, década marcada en negro en la trayectoria de los australianos por lo que todos sabeis, la muerte de un grande. La muerte de su excelencia Bon Scott.
Bon Scott, puro macho
Se ha especulado, manipulado, distorsionado (o como prefiráis llamarlo) mucho acerca de su muerte. Las malas lenguas (todos porque somos unos hijos de puta que preferimos darle bombo a lo morboso) dicen que se ahogó en su propio vómito dentro de un coche del pedal que llevaba encima. Es cierto que murió en un coche y ademas con una borrachera del copón para que mentirnos (a mí me parece una muerte cojonuda para un cantante de la talla de Bon, eso sí demasiado prematura) pero no es cierto que muriera ahogado en su propio vómito. Su amigo Alistair Kinnear (que fue quién lo llevo al hospital a la mañana siguiente al encontrarlo muerto) lo desmintió años mas tarde de en una famosa revista de rock. Hablando con propiedad la causa científica de la muerte fué intoxicación etílica y no hay mas vuelta de hoja ahí se quedó nuestro gran cantante hecho un pajarico en el asiento trasero del coche. La banda se planteó su continuidad tras la muerte de Bon pero en un acto de inteligencia soberbio decidieron incorporar al grupo al inglés Brian Johnson de quién se dice era el cantante favorito de Bon Scott. Cuando Johnson se incorporó a AC/DC se encontraba sin grupo y de hecho estudió la posibilidad de dejar el mundo de la música... menos mal que no fue así.
Anteriormente había formado parte de la banda inglesa Geordie. La incorporacíon del nuevo cantante trajo consigo la grabación del siguiente álbum de la banda: Back in black (1980), palabras mayores, dedicado como no podía ser de otra manera al fallecido Bon Scott. Uno de los mejores discos de la década de los 80 y de la historia del rock para mi humilde punto de vista y bajo el mismo también sin duda el mejor de la banda. Back in black acumula en sus registros más de 40 millones de copias vendidas siendo así unos de los discos mas vendidos de la historia sólo superado dos años mas tarde por el todopoderoso y omnipotente Thriller del rey del pop. El éxito de este álbum desató una fiebre por AC/DC que no desaprovecharon para reeditar alguno de los álbumes anteriores de la banda que no publicaron fuera de Australia como entre otros Dirty deeds done dirt cheaps.
 En 1981 llegó el turno de For those about to rock: We salute you del cual todos conoceis su single homónimo y que volvió a ser muy bien acogido entre sus fans pero no por la crítica. Flick of the switch (1983) no marcaría un antes y un después en la carrera del grupo, al igual que tampoco lo harían Who made who (primer recopilatorio de AC/DC producido para Lla rebelión de las máquinas, una película de Stephen King) en 1986 o Blow up your video (1988). Entrando ya en una nueva década sacaron a la venta The razor's edge (1990) y volvieron a lo mas alto de las listas de ventas 10 años mas tarde de la publicación de su último éxito (Back in black) lanzados con su single Thundestruck el que sería su último gran éxito, hasta la fecha, aunque bueno a mi el último me mola bastante con ese trallazo de canción que es Rock'n roll train. Terminando con el repaso a su discografía que es un poco extensa: en 1995 publicaron Ballbreaker, álbum bastante sencillito y poco importante en su trayectoria al igual que en el 2000 Stiff upper lip (que aquí a mi amiguito Vinny le encanta la canción con el mismo título, dice que es su favorita de AC/DC de las pocas que ha escuchado... que ignorante. Que va tío, es coña, no sé por qué pero siempre me ha hecho gracia eso, ya lo sabes). Y por último el "reciente" Black ice (2008) que creo que todos conocemos, lanzado por su pedazo de single y con el cual no desaproveché la oportunidad de verlos en directo en su gira mundial, que pasó por Barcelona y del cual ya os he hablado.


Desde luego, todo se pega menos la hermosura
Bueno, pasemos a hablar de lo que he venido a hablar. Ese pedazo de fistro pecador que es esta joya de álbum dedicado en su totalidad como ya he dicho antes al difunto Bon Scott.
- Hells Bells: Más apropiada y mejor colocada no podía estar ésta canción en el disco, es uno de los muchos himnos de la banda. Tras lo ocurrido un año antes y con lo que significa la canción y a quién va dedicada es normal que la escojieran para abrir el disco. La canción comienza con las cuatro campanadas fúnebres que todos conocéis y que producen una sensación de escalofrío y piel de gallina nada más escucharlas por el recuerdo muy reciente todavía del anterior vocalista, enseguida entra en el tema la guitarra del maestro seguida también muy de cerca por la guitarra rítmica de su hermano, el bajo de Cliff Williams y la batería de Phill Rudd cuando de repente se escucha por primera vez la voz de Brian Johnson con los AC/DC, una voz que marcaría una época en la historia del rock al igual que la de su predecesor. Esa primera frase que pronuncia a mí no se me va de la cabeza: "I'm a rolling thunder, pouring rain". Bueno en realidad casi nada de la canción se me va de la cabeza, y espero que nunca se me olvide. El tema habla de un hombre que posee la fuerza de varios desastres naturales y que es enviado al infierno. Pero no es un castigo puesto que el infierno es su lugar, las campanas anuncian su llegada tocando 13 veces en su honor. Ese hombre es, como no podía ser de otra manera, Bon Scott,  el hombre que los encumbró estando vivo y sigue haciendolo muerto a través de éste temazo desde el infierno. A destacar el pedazo de solaco que se marca el señor Angus a partir del minuto 3:33 uno de los que más me gustan de todos los que ha creado este genio, con esa sencillez y descaro que muestra siempre.
Shoot to thrill: ¡Qué grande es esta canción por Dios y por la virgen puta! De mis favoritas del disco por muy dificil que me sea elegir una. Es que tiene los matices que identifican a esta gigantesca banda o por lo menos con los que yo los identifico. Ritmo sencillo, tiempos marcados, gran coordinación entre todos los instrumentos y esa voz insuperable de Brian Johnson del cual yo, seguramente en desacuerdo con una gran mayoría de fans de AC/DC, me declaro como su fan incondicional, no se porqué pero siempre me ha gustado mas que Bon Scott, creo que forma la dupla perfecta con Angus a la guitarra, es la voz que mejor se adapta a la música de AC/DC (todo esto bajo mi punto de vista, claro está). Con esta canción son innumerables las veces que me he puesto delante del espejo a imitar a Angus tocando la guitarra y desplanzándome como lo hace el de esa forma tan característica en sus conciertos esos míticos pasitos a una pierna, o cantando como Brian con el puño cerrado también, algo muy característico de él. Me hace mover el cuello al más puro estilo rock'n roll, como los grandes fuckers. El tema empieza con un riff marca de la casa que nadie en el planeta tierra hace ni hará como él porque esas manos tienen el don de hacer de lo sencillo algo espectacular y trascendental. El estribillo no se hace esperar: "Shoot to thrill, play to kill, too many women with too many pills..." Qué pegadizo es, la hostia. La canción sigue la misma tónica hasta el solo de guitarra que va seguido de un cambio de ritmo bestial con ese punteo de Angus acompañado por la rítmica de su hermano y la voz menos rajada de Brian. Poco a poco se va volviendo al cauce que llevaba la canción y que tanto nos gusta. La canción termina con un Angus y un Brian desfasados, dándolo todo como no podía ser de otra manera. Fundamental este tema en el disco. Para mi no sería lo mismo sin el.
What do you do for money, honey: Guitarrazos al aire y comienza este gran tema con nombre largo, totalmente característico de la banda, si escuchas esta canción ya sabes como va a ser lo que te vas a encontrar cada vez que los escuches, rock directamente en vena y con mucho gancho ¿o acaso me diréis que AC/DC no tiene gancho? Seria pa mataros, vamos. El tema no tiene nada del otro mundo pero ese estribillo a voces conjuntas... Eso si que me pone nenas.
-Givin' the dog a bone: Habráse visto un título mas infame para una canción que "Dando un hueso al perro" Si es que estos tíos te sorprenden por dónde los mires. Rock ligero y en la misma línea que el anterior tema, con ese estribillo en el que participan todos y que tanto nos gusta que hagan. Solito made in Angus y andando que es gerundio como dice mi viejo.
- Let me put my love into you: Inicio tranquilito en el que poco a poco se van acoplando cada instrumento hasta que entra "El cuervo" Brian como a mí me gusta llamarlo (por su voz, no por otra cosa). El preludio del estribillo me encanta, bueno en general este disco me enamora.
- Back in black: Tic-tac-tic-tac-tic-tac... Tic-tic, PA PARARAN PARAN... TARARARARARARAN. Decidme que no habéis tarareado ese principio, gritado ese estribillo y soñado que érais vosotros mismos los que estábais en Wembley tocando este himno delante de 80.000 personas. Esa es la magia de AC/DC, que de algo tan sencillo te hagan un himno como este sin especular ni capullos, me los imagino en el momento de componerla diciendose a sí mismos: Señores, esto es así y asao. Al que le guste bien y al que no, también. O por lo menos a mi me transmiten eso y si han llegado hasta donde han llegado no es nada mas ni nada menos que precisamente por eso, por tener ese estilo tan definido que te hace diferenciarlos al instante. Nada mas escuchar la priera nota o el primer grito. Ponerme a desglosar esta canción sinceramente me parece absurdo, que cojones os voy a contar yo sobre este tema que no sepais.... Absolutamente nada. Lo único que si que voy a hacer es dar mi opinión y mi opinión es ésta: LARGA VIDA A AC/DC y LARGA VIDA A "SATANÁS YOUNG". Pedazo de solaco, inolvidable y memorable que se sacó de la manga el amigo del uniforme escolar ¿eh?.
You shook me all night long: Y señoras y señores aquí llega el motivo por el que éste disco resalta por encima de los demás de la banda australiana según mi opinión. Y es que esta canción siempre ha sido mi favorita del grupo (digo favorita porque le tengo un cariño especial, pero me es muy dificil elegir una, como a más de uno seguramente). Qué buen rollo transmite, que felicidad transmite, si es que el título nada más ya es puro rock: "Me sacudiste toda la noche"... ¿Habrá algo mas rockero que follar toda una noche? A mí desde luego me viene eso a la cabeza. Será que estoy salido, pero también lo podéis interpretarla como una canción que te hace moverte y pegarte un fiestón inolvidable. Este es uno de esos temas que nunca podré olvidar, ni aunque quisiera, porque fue tal el desfase que me inundó en directo que esas sensaciones nunca se olvidan por más que quieras y si a eso le añadimos que no quiero, ni nunca querré, pues para qué seguir hablando. Un solaco con toques blueseros sobresaliente hace que este tema sea para mí imprescindible.
-Have a drink on me: Otro temazo aunque ya no tan imprescindible, pero bueno que tampoco hay que ser tan exigente, a mi no me hace mucho tilín aunque me gusta mucho, pero no me llega a cautivar como casi todos los demás del plástico.
-Shake a leg: Tras un comienzo de varios guitarrazos intercalados, llega uno de los temas mas movidos para hacer un buen pogo, cómo lo disfrutariamos mi amigo Vinny y yo pegándonos empujones y codazos como los buenos deficientes oligofrénicos que somos.
-Rock and roll ain't noise pollution: Y cierra este discazo uno de los temas más injustamente infravalorados de la banda australiana y es que es cierto que esta canción no es la mejor de AC/DC pero desde luego que ni mucho menos es la peor. Para mí estaria entre las 10 o 15 mejores canciones de estas máquinas de hacer rock. El significado del título de la canción es con lo que me quiero despedir de todos ustedes. Y es que, chicos, no me salen las palabras para describir lo que significa el rock en mi vida. He escuchado a tantas y tantas personas criticar, o mejor dicho despotricar o menospreciar, el rock'n'roll diciendo eso de "Quita eso que no es más que ruido". A todas esas personas hoy desde aquí les digo que si tuvieran un mínimo de cultura o inteligencia sabrían apreciar lo que es esta música que no esta al alcance de todos. Por eso vosotros no estáis entre los "elegidos" por este género, no nos hacéis falta ni tampoco os queremos en él.
Nada mas por mi parte shurmanos (plagiando un poco y tal...) que tengáis salud para poder ir a verlos en directo si os da tiempo a los que no los hayáis visto, porque va a ser lo mas grande de vuestra puta vida. Os lo aseguro, fuckers. Ha sido un placer compartir esto con vosotros. Espero que os haya gustado o por lo menos entretenido (sin tener prácticamente experiencia en este mundo de los blogs). Os dejo un video espectacular de su último directo en River Plate para que os convenza a los que no os haya podido convencer yo. Un abrazo chillón para tod@s.


Fdo: Pek3

4 de diciembre de 2011

Sangre fresca (NOVIEMBRE 2011)

Ha llegado el frío. Para quién no se haya dado cuenta, será mejor que se asegure de que no le falta ningún dedo en las manos o algún trozo de oreja. También llega la Navidad, época de compras complusivas, comidas complusivas, borracheras compulsivas y un poco de amor y fraternidad, por aquello de no parecer unos hijos de puta.


Nosotros afrontamos este mes de diciembre con más ganas si cabe aún, pues estamos jodidamente contentos. ¿Por qué? Pues porque ya sois 100 seguidores (o al menos lo eráis ayer... ¡ahora hay 99!) y este blog supera ya las 53.000 visitas. ¡Ahí es nada! Y por supuesto no podíamos dejar pasar la ocasión para agradeceros una vez más a todos los que nos leéis, nos comentáis e incluso, por qué no, nos insultáis. Nosotros somos lo que escribimos, pero vosotros sois los que dais la vida a todo esto.


Como compensación aquí estoy yo otro mes más dispuesto a ahorraros la tediosa labor de seleccionar las novedades de noviembre. No han sido muchas, la verdad, pero menos da una piedra y siempre está bien tener cosas nuevas para escuchar. Así que, allá vamos.


Lo de Megadeth no es de este mundo. Ahí está Dave Munstaine, casi treinta años, dejándose la piel en cada disco y demostrando que si alguien maneja a su antojo el metal en la actualidad, es él. Dave Ellefson vuelve al bajo en este TH1RT3EN, un puto cocktail molotov que desde el primer segundo te engancha, con sus espectaculares riffs, sus ritmos tralleros, su peculiar y agresiva visión del mundo y sobre todo, su carácter. Porque ha pasado el tiempo y ellos siguen haciendo lo mismo, pero cuando escuchas este disco sabes perfectamente que suena a nuevo. ¿Cómo lo hacen? Ni puñetera idea. Pero que lo sigan haciendo por muchos años. Ay, si Mustaine siguiera en Metallica... Iba a temblar el misterio. 

Hay grupos irregulares, y luego está Nichelback. Estos tíos lo mismo te hacen un tema que te vuela la puta cabeza (Side of a bullet, por poner un ejemplo), que se ponen en plan moñas insoportable y soso y no hay quién les aguante una maldita balada. El problema es que en los últimos tiempos, había predominado lo segundo. Por suerte con Dark Horse volvieron a despegar un poco y ahora, este Here and now es un nuevo paso en la buena dirección: melodías con gancho y un acompañamiento rítmico más pesado y menos soporífero. Se hace agradable de escuchar y tiene unas cuantas perlas a tener en cuenta. 


Buen intento el Break the spell de Daughtry. Chris, tenemos en cuenta tu intento por parecer un músico de verdad después de casi haber ganado el American idol. De verdad que lo tenemos. Pero como dice un amigo mío, "donde no hay mata, no hay patata". Distorsión estándar, estribillos poperos, ritmos convencionales... Rock plano y predecible, con una falta de sentimiento que llega a resultar hiriente. Supongo que si nos ponemos quisquillosos, aún podrían salvarse un par de temas... Pero no creo que sea yo el que busque trufas entre el barro. 


Travie McCoy creía que iba a comerse el mundo con un disco en solitario. Cogió por banda a Bruno Mars y pegaron el pelotazo. Pero ahí acaba la historia. Así que ha vuelto (aunque no se hubiera ido) a Gym Class Heroes con el rabo entre las piernas. No obstante, The papercut chronicles II (continuación de su exitoso álbum de 2005) sí merece pegar un pelotazo. Es un disco con altibajos, algunos realmente marcados, pero en el que es fácil, gracias a su variedad, cribar hasta dar con unas cuantas canciones geniales. Riffs endemoniados seguidos de medios tiempos, ritmos de hip-hop aderezados con scratches, cortes con influencia de r'n'b. Aquí cabe de todo y casi todo es bueno. 


No puedo con Angels & Airwaves. Lo he intentado y no consigo sacarles el jugo. Demasiado etéreo y personal para mi gusto. Los dos primeros discos aún tenían algún single salvable. Pero este Love: Part two, al igual que su antecesor  y primera parte son el colmo del aburrimiento. Ni un sólo riff que despunte. Ni un sólo segundo que destaque. Y lo peor es que, dentro de ese estilo que se supone debería resultar épico y emocionante, no hay absolutamente ningún momento en el que te inspire ninguno de esos sentimientos. 


Odiadme si queréis, pero lo mejor que le ha pasado a los Nightwish en su vida fue pegarle la patada a la imbécil de Tarja Turnen. El primer disco con Anette Olzon me pareció genial: menos sinfónico y más rockero. Ahora Imaginaerum rescata un poco esa esencia orquestal, pero endureciendo el sonido y fagocitando influencias tan dispares como el jazz, el folk o la música de western, para construir una historia oscura y delirante (acompañada de peliculita, algo que parece estar muy de moda) sobre los recuerdos de un escritor en su lecho de muerte. Los fineses viven un momento muy dulce como banda y la compenetración entres sus miembros queda plasmada en cada pista. Ahora por fin son un grupo, no una diva pedante y un puñado de excelentes músicos a su sombra. 


Acabamos con un poco de hip-hop. Le había perdido la pista a Falsalarma, por eso encontrarme este Dramática me ha hecho recordar viejos tiempos. Los hermanos Navarro vuelven a la carga junto a Dj Neas y Dycache Santiago, con una nueva descarga de versos. Nada sorprende, no os engañaré, el estilo sigue siendo el mismo: nada de florituras, nada hardcore, sólo sana competición e historias contadas mediante párrafos casi de novela. Hip-hop patrio puro y duro, machacón, sin colorantes ni conservantes. 


Acabamos este post con nuestra encuesta del mes. Ya nos perdonaréis que sólo hayamos puesto una, pero últimamente estamos poco inspirados para crear alguna encuesta decente. No obstante, seguiremos esforzándanos. Pero vamos al ajo.




Teníamos ganas de guerra y decidimos preguntaros cuál era en vuestra opinión el grupo más sobrevalorado de la historia del rock. Bien, pues con 36 votos han sido Colplay los ¿ganadores?. Que sepáis que el pobre Chris Martin está en su casa de Londres llorando mientras se come un yogurt de soja. Pero bueno, luego llegará Gwyneth Paltrow y se le quitarán las penas. Los segundos han sido nuestros amigos de Metallica. Nada que comentar, aunque creo que desde hace años no los valora nadie, así que... El verdaderamente sorprendente es el tercer grupo en discordia. Creía que Nirvana serían de los pocos que se salvarían, pero queda claro que todos tenemos muy claro que, por supuesto además del talento de la banda, lo único que tuvieron fue muchísima suerte.


Del resto de resultados, me gustaría comentar algo. Lo primero es que me alegra ver que no he sido el único en votar a los Doors. Así que no seré tan raro después de todo. Segundo, Muse y Radiohead se han librado de la hoguera. ¿Era muy difícil la decisión o de verdad no hay tanto odio hacia estas bandas como parece? Y tercero y quizás lo más importante, muchas gracias por la increíble participación y la buena acogida que ha recibido esta encuesta. Como os gusta el morbo, cabrones.


Que vaya bien el puente agujereado de esta semana. Cuidaos mucho gentuza.
Un abrazo. ¡Que os den!


-------------


Este es el significado de las calificaciones. Obviamente son de carácter personal, pero... cojones, ¡todo este blog está basado en impresiones personales!
- ★ Infumable. Lo comento sólo para que os mantengáis alejados de él. No tenéis huevos...
- ★★ Regular. No perdéis nada por darle una escucha, pero tampoco por no dársela.
- ★★★ Bien. Puede que os guste o no, dependiendo del tipo de música al que esteis acostumbrados.
- ★★★★ Recomendable. Es altamente probable que engrose vuestra lista de discos pendientes.
- ★★★★★ Crema. Para bajárselo sin dudar y, si tienes dispones de monetario, comprarlo.