Los grupos con carreras especialmente longevas y, más en concreto, con varios vocalistas a lo largo de sus diferentes discos suelen producir división de opiniones acerca de cuál es la mejor/peor época o la que más/menos te gusta. Black Sabbath no sólo pertenecen a este conjunto (en el que tenemos también a Deep Purple y la mitad de la plana mayor del rock progresivo) sino que además tienen el honor de ser considerados (si no nos ponemos especialmente exquisitos) los padres del heavy metal. A mí personalmente siempre me ha gustado más la etapa con Ronnie James Dio al frente. Pero he de reconocer que los temas más icónicos se concentran durante el co-liderato (porque Tony Iommi siempre ha sido el verdadero líder) de Ozzy Osbourne. Paranoid es uno de ellos (y para más inri, el single llevaba como cara B la increíble The wizard) y nunca está mal recordar aquel año 1970 en el que los de Birmingham entraron en tromba en el mundo de la música con sus dos primeros álbumes.
En el año 2002, durante el estallido de nu metal, Jim Korthe y su banda 3rd Strike lanzaban Lost angel, su único disco. Korthe basaba la mayoría de sus letras en las vivencias personales que había sufrido durante toda la década de los noventa cuando estaba sumergido de pleno en la cultura de bandas, con las drogas y las armas como principales protagonistas, y de cómo decidió alejarse de todo aquello para centrarse en una carrera musical que no lo recompensó lo suficiente. En este disco aparecía una versión de Paranoid en la que Korthe demostraba ser un vocalista bastante por encima de la media del estilo. ¿Y cómo es que un tío salido del guetto más profundo le da por versionar a Black Sabbath? Bueno, lo cierto es que antes de todo eso, durante los años ochenta, Korthe fue batería en Phantasm, un grupo de thrash metal en el que participaron algunos de los miembros primigenios de bandas como Metallica o Hirax. Además, y puede que fuera gracias a esta versión, el momento de gloria de la banda vino de la mano de su participación en un Ozzfest. En 2010, Jim Korthe aparecía muerto por causas naturales a los 39 años en su casa. Quiero que este post sirva como homenaje a un hombre para el que la música fue una tabla de salvación.
Como siempre, os guste la que os guste, espero que disfrutéis ambas.
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